En el momento que Jim termina de besar la mano del rey Cameron, regresa su atención hacia el rey que le sonríe con dulzura y él tampoco puede evitar sonreír diciendo: —Su majestad, no se si son impresiones mías, pero hoy amaneció radiante —dice Jim y el rey lo que hace es darle un golpe en su brazo, respondiéndole: —Ya, Jim, deja de tratarme con tanta decencia. Se siente extraño. —Es que ahora eres el rey... ya no puedo tratarte de la misma forma a cuando eras príncipe —explica Jim sobándose el brazo que Cameron le golpeó. —Príncipe Aslan, no sé si le dije, pero Jim y yo nos conocemos desde que éramos niños. La primera vez que vi a Jim fue muy gracioso —admite el rey Cameron cubriéndose su boca para ocultar una risa. —No le cuente la primera vez que nos conocimos, rey Cameron, es muy