Cuando Aslan le preguntó eso a Morgana, ella de inmediato se cubrió su mejilla lastimada, había olvidado por completo que el guardia real la había abofeteado, pero el príncipe si pudo notarlo. «Él no me golpeó tan fuerte, o ¿será que me estoy acostumbrando a que me peguen y por eso ya no distingo si una bofetada es fuerte o suave?» piensa la joven abriendo sus ojos de par en par. —¿Rey Cameron? ¿Quién lo lastimó? —insiste Aslan acercándose al rostro del rey que de inmediato retrocede dos pasos de él. —Nadie, por supuesto —responde Morgana carraspeando su garganta y parpadeando sus ojos —yo mismo me hice así: —dice la muchacha fingiendo que se daba una bofetada —tenía un mosquito en mi mejilla y quería matarlo, creo que me excedí cuando pretendí acabar con él. Al oír esa explicación, As