En la taberna de August, ya se encontraba Morgana, ella estaba bebiendo en la barra mientras hablaba con el amigo que tenía en su doble vida.
—Ayer no viniste, se me hizo extraño, ¿te ocurrió algo? —pregunta August al mismo tiempo que limpiaba un vaso.
—Estuve ocupada con varios asuntos, no me creerías si te lo contara, pero tuve que lidiar con un oso ayer, fue matador.
August lo primero que pensó fue que ella tuvo que acostarse con un hombre enorme parecido a un oso, fue por eso que él exclamó algo sorprendido:
—¡Oh! entiendo, entiendo, debes estar cansada.
—Si, por eso no pude venir ayer —comenta la chica con una sonrisa con sus labios sobre el tarro de cerveza —, por cierto, ¿no has visto por ahí al chico de cabello azul? —pregunta Morgana mirando de reojos a August.
—¡Oh, el jove
