Ese mismo día, en horas de la noche: palacio real de Severin Como todas las noches, Dalila iba hacia la habitación del príncipe Ezequiel para darle sus masajes capilares a su bestia ancestral león, y también le llevaba su cena que consistía en un pedazo de carne cruda y un vaso de agua. La muchacha caminaba con premura porque no deseaba llegar tarde. Para ese momento ella ya había vestido a la reina Morgana para dormir, y sabía que no podía entrar más a esa habitación porque el príncipe Aslan estaba ahí, lo mas probable es que iban a estar “ocupados” como todas las noches, por lo tanto, una vez que terminara de atender al príncipe Ezequiel ella podría regresar a su habitación y descansar. Cuando llegó a la habitación y tocó la puerta, le preguntó al príncipe si podía pasar y él le dijo q