—Príncipe Aslan —llama el rey Cameron con autoridad. —¿Dígame, su alteza? —responde Aslan con una mínima reverencia que hizo con su cabeza. —Necesito que me acompañe al salón de tratados, tenemos que consultar algo muy importante con respecto al reino, tiene que ser en privado—pide el rey alzando su cabeza para ver el rostro de Aslan que, casi sin poder evitarlo, le guiñó un ojo. —Si, por supuesto, su majestad —acepta Aslan volteándose hacía Jim que parecía ser parte del paisaje porque Morgana desde hace mucho lo ignoraba y el muchacho podía darse cuenta —¿Lord James nos acompañará? Morgana se voltea en dirección hacia su amigo, acercándose a él. —Lo lamento, Jim, pero por ahora debemos separarnos... —Descuida, Cameron —dice Jim con una sonrisa —comprendo que debes tratar asuntos pri