Capítulo 7 Primera parte

1214 Words
Pov Alexia. a la mañana siguiente, con más ánimo, ya que no había perdido su trabajo, pero lo más importante su padre no llego a dormir. Hacen la misma rutina diaria y al llegar a la empresa se dirige a recursos humanos. Como le habían solicitado. —Toma asiento - me indica stacy la encargada de esa área. El señor Ivankov, ayer, me informo que hoy debía pasar por aquí— digo para hacerle saber a la mujer del porqué está allí. —Sí, me hicieron llegar la orden del jefe y lo lamentó, pero son órdenes de arriba. No entendía a que se refería con lo de lamentar, solamente la iban a cambiar de puesto, es más, estaba feliz, ya no tendría que aguantar a su jefe. —Necesito que firmes aquí— le indicó stacy entregándole el papel. Firmó sin darle mucha importancia, seguro era algún papeleo sobre su cambio. ¿Entonces ya puedo empezar? — pregunto dando por hecho que el trámite estaba listo. —No comprendo a que te refieres, es tu liquidación. Aquellas palabras retumbaron en su mente. ¿Me han despedido? No pudo hablar Estaba tan sorprendida, por ese hecho. Su excompañera la miro con pena, ya que por su rostro pálido y desencajado parecía que necesitaba mucho el trabajo. Al salir de esa oficina le hicieron entrega de una caja con sus cosas personales. Camino a la salida se encontró con su ex jefe, el cual se dirigía al ascensor. Lo miro con rabia y algo más. Su jefe se detuvo en seco cuando vio su mirada. Pero a él no le interesaba nada y solo entro al ascensor con un grupo de socios. No podía creerlo, él la engañó para que no hiciera un escándalo, le ofreció el cambio de puesto, pero en vez de eso se encontró con la noticia de que la había echado. Con miedo apretó la caja, debía ver que haría de ahora en adelante, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero nuevamente se dijo con llorar, no solucionaría las cosas. Tomo a la niña de la guardería y se fue a un parque cercano. Lo primero que tenía que hacer era tranquilizarse, debía guardar el dinero muy bien, si lo administraba bien le serviría para algunas semanas, siempre y cuando John no lo encontrara. Lo segundo es conseguir un trabajo y ver un lugar en donde dejar a su niña. Días después… Conseguir un empleo fue difícil, más no imposible, y encontré trabajo en un bar exclusivo sirviendo tragos por la noche. No le gustaba aquel ambiente, pero al menos el jefe era agradable y sus compañeros de trabajo igual. Lo malo eran algunos clientes cuando se emborrachaban. Pov Dimitri. En la empresa todo marchaba bien, estaba satisfecho con el trabajo de la nueva secretaria. Aunque se había sorprendido a sí mismo echando de menos a aquella pequeña, pero desastrosa mujer. Pensó en cómo le estaría yendo en su nuevo puesto de trabajo. Hizo nota mental para pasar a visitarla. Al pensar en ella, sonrió sin notarlo. Si bien era conocido por su frialdad en los negocios, en las cuatro paredes de su casa estaba lejos de serlo. Su vida privada es muy distinta a su vida pública, si alguien lo viera cuando estaba con su familia se sorprendería al verlo con sus sobrinos jugando en el suelo o siendo regañado por su madre como un niño pequeño. Para él la familia es muy importante. Después de haber pasado horas en casa con sus padres y toda la familia celebrando su cumpleaños. Y Con motivo de este había aceptado salir a tomar una copa con sus hermanos, una noche de hombres. Miró a sus dos hermanos, los cuales parecían como si tramaran un gran golpe. Al llegar, apenas vio el lugar, miró alrededor con cara de pocos amigos, Hubiera preferido algo más privado. No está clase de lugar que no le gustaban. Andrey se acerca a su hermano y lo abraza diciéndole —Cambia esa cara hombre. Te va a encantar este sitio, mira a tu alrededor, le incitaba alek y sus ojos azules dieron un recorrido con seriedad por todo el espacio. Algo típico en él. ¿Quién eligió el sitio? — pregunto con curiosidad. —Alek— dijo Andrey al ver el semblante de su hermano mayor para liberarse de cualquier culpa. —¿Por qué?, no me sorprende— dijo con ironía y una pequeña sonrisa. —Un cambio de ambiente te vendrá bien- Además, Andrey fue quien mencionó este lugar. Dijo que era buenísimo —Pero tú lo elegiste— le acusó el mencionado. —Y tú lo recomendaste—. —También te mencioné la posibilidad de que no le iba a gustar— dijo Andrey. —jamás dijiste eso- responde Alek —Está bien, no lo dije, pero lo pensé y eso es lo que vale ¡no! - Suspiro. —¿Si saben que escuchaba cada una de sus palabras, ¿verdad? Ambos me miran como niños inocentes. —Es tu cumpleaños— dicen al unísono. — necesitas hacer algo diferente. Dijeron nuevamente para desviar el tema. Suspiro nuevamente, no tengo otra opción más que aceptar quedarme un rato, aquellos tontos se habían tomado las molestias de organizarme algo y aquello ya era mucho. El ambiente es muy ruidoso para mi gusto. Y las bailarinas en los tubos desnudas no eran precisamente de su agrado, era un poco más anticuado. Mientras tanto en el local. Alexia no dejaba de pensar en los niños, los había tenido que dejar solos en la casa, pero se había asegurado de dejarle todo lo que necesitaban en la habitación, su padre no estaba en casa hacía varios días que no iba por el lugar, pero ella sabía que en cualquier momento aparecería y entonces empezaría nuevamente el calvario. Por eso les dejo todo para que no salieran de la habitación. pero debía seguir trabajando y se dirigió a la próxima mesa a entregar las bebidas. Cuando iba de regreso a la barra, alguien la sostuvo del brazo. —¿Cuánto por la hora? - la voz de aquel tipo le causo nauseas. Busco a Felipe, quien es uno de los de seguridad y se encarga de este tipo de sujetos. - con la mirada nuevamente lo busco mas no estaba cerca. -Solo trabajo como camarera, suélteme. Pero el sujeto no estaba dispuesto hacerlo, en vez de eso afianzo aún más su agarré. En ese momento todo un alboroto comenzó. Ya que La presión en su brazo desapareció y en cuestión de segundos el hombre estaba tirado en el suelo, pero no tardo en ponerse en pie a pesar de sus movimientos de ebrio. Quiso atacar al hombre quien lo noqueo, pero no tuvo suerte, pues este esquivo el golpe y el otro lo volvió a tumbar en el piso el hombre volvió a ponerse en pie, por suerte los de seguridad intervinieron al ver el alboroto. Lo sorprendente de todo y para todos era que el hombre que la había defendido, no tenía ni un rasguño, ni siquiera se despeino. Confundida y sorprendida no fue capaz de decir una sola palabra. -Nos vamos de aquí- la voz le salió fría y muy furiosa. Continuara.... Al final lo reconoció..
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