Aquella noche, ademas de no poder conciliar el sueño con mucha facilidad, salí al balcón a fumarme un cigarro, al final tuve que hacerlo. De todos modos, tampoco pude evitar levantarme temprano, tenia la sensación de que Alex saldría en la mañana, por lo que desde que desperté fui a su habitación, pero el seguía dormido. Lo bueno de esto, era que aquella puerta la podía cruzar, no hacia falta una línea divisoria o su permiso inmediato para entrar allí. Me senté en la cama para verlo dormir. Había meditado mucho aquella noche. ¿Una boda? ¿De esta manera tan apresurada? Alex estaba decidido e Isabella no daría un sí sin estarlo. Solo me quedaba apoyarlo, ¿Qué otra cosa podía hacer? —Alex.— me tendí en la cama a su lado. —Alex, despierta. —¡Es tarde! Tengo que a ver a Isabella temprano