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2416 Words
Después de pasar toda una tarde recorriendo New York, Joan nos llevó a un restaurante más lujoso. Me dolió la cartera en cuanto entre, rece por no tener que pagar yo. Por suerte lo hizo él. Pero no estábamos bien, evitaba estar solo con él. No quiero discutir más y el ambiente está muy tenso. El chico recibió una llamada, me miró, para después levantarse de la mesa y alejarse. No entendía qué le pasaba. ¿Quién llamó? ¿Era Castle? Tuve que volver a la realidad, ya que Hae me pedía ayuda con la cremallera de su chaqueta. A los minutos volvió el chico, recogió sus cosas y sujetó en brazos a Sun. - Es momento de irnos a casa. —comentó Joan - ¿Ya? Son las ocho, cenamos antes de tiempo. - Castle salió ya de la consulta de Sweets. Voy a hablar con ella y mañana las niñas tienen clase. Asentí, osea, que si fue khloe o Yauren las que llamaron. Salimos del restaurante y subimos a su coche. Me encargué de ponerles el cinturón a las niñas, mientras Joan arrancaba el coche. Después subí de copiloto. - ¿Sabes cómo le fue? - Hable con Yauren, no con ella. ¿Te quedas esta noche con las niñas? - Claro, me quedo con ellas. - Ajam… El chico estaba más raro que de costumbre, si ya antes parecía enfadado y con ganas de arrancarme la cabeza, ahora eso se ha multiplicado. Ni me mira a la cara cuando me habla. ¿¡Que mierda le dijo Yauren o que mierda le pasa ahora!? Terminamos llegando a casa. El chico dejó el coche en la entrada de mi edificio. Sun se había dormido, así que la sujeté en brazos, mientras que Hae agarraba mi mano. El chico se despidió de la pequeña Hae, para después alejarse en el coche. Entramos en el edificio y subimos directos a casa. Tannie fue el primero en saludarnos, mientras que Teo salía de la cocina con una hamburguesa en mano. - Hoy no venían las niñas… ¿Pasó algo? - No lo sé. Hae soltó mi mano y se fue detrás de tannie, quien salió corriendo al verla. Me dirigí al sofá con Sun en brazos. Me senté mientras suspiraba profundamente. - Haber ¿que paso? El chico se sentó junto a mí, en el sofá. Hae seguía correteando por la casa, tras tannie. Y Sun dormía plácidamente, sin molestarle el ruido que hacía su hermana. - Tengo la sensación de que le ha pasado algo a khloe. Por como me ha tratado Joan e incluso me ha pedido que me quede con las niñas para dormir. Se perfectamente que a él no le gusta que se queden a dormir fuera de su casa. - Espera, seguro es una tontería… Joan es muy exagerado y sobre protector con Khloe. Y además está muy molesto contigo - Lo se, pero era raro, Teo - Si lo prefieres le llamó y le preguntó por Khloe. - ¿Harías eso por mi? se que a mi me va a mandar a la mierda, si es que me contesta al teléfono. - Está bien, le llamo ahora. Deberías llevar a las niñas a dormir. Asentí, me levanté del sofá, llevándome a Sun. La lleve a mi habitación y la deje durmiendo en la cama. Me cambié de ropa, poniéndome el pijama. Hasta que escuché a Hae llorar, salí de la habitación a toda prisa. La pequeña vino a mi llorando, la sujeté en brazos. - ¿Qué ha pasado? Teo estaba regañando a tannie el pequeño pomeranian, así que deduje que el perro la había mordido. Lo entiendo perfectamente. El perro ya estaría hasta los cojones. - Tannie es malo, papá. Habló entre lágrimas, mientras me abrazaba. Revise su mano y si tenía una pequeña mordida, nada grave. - No Hae, Tannie se ha enfadado contigo. Tienes que respetar a Tannie y dejarlo tranquilo. La niña debe entender donde esta el limite, y cuando debe parar. Entiendo que le cueste entenderlo todavía, pero espero que gracias a lo que ha pasado, deje ya tranquilo al perro o al menos no lo agobie tanto. - Solo quería jugar papá… - Pero él no quería jugar, cariño. Tannie no es Zheus. Ella debía entender que no todos los perros eran como zheus, ese pastor alemán se merecía el cielo por lo que aguantaba con las niñas. Estas podían hacerle de todo que él jamás se quejaría. Senté a la pequeña en la encimera, junto al lavabo. Y saque el botiquín del armario. Empecé a curarle la mano, mientras la niña sorbía por su nariz. - Zheus está acostumbrado a que le hagas cualquier cosa, hasta tirarle de las orejas y la cola. Pero Tannie no lo está, a él no le gusta eso. - ¿Tannie no me quiere? - No es eso, él te quiere mucho por eso juega contigo. Pero tienes que entender que él a veces no quiere jugar, como Sun. Parece que al final terminó entendiendo lo. Estuve un rato con ella en brazos, esperando que se durmiera. Por suerte no tardó, parece que llorar les da sueño. La acosté al lado de su hermana y salí de la habitación. Fui a la cocina, Teo estaba enfadado con Tannie, quien está castigado en su cama de Gucci. - Lo siento hyung, no le ha pasado nada a Hae ¿no? - No te preocupes, fue solo una pequeña mordedura. Tannie sabia lo que hacía, solo fue una advertencia. Si lo hubiera hecho queriendo, le hubiera hecho daño de verdad. - Aun así, él tiene que entender que eso no está bien. Por eso está castigado… ¿Qué haces hyung? Pregunto al ver como me levantaba e iba a la enorme cristalera. - Está Khloe hablando con Joan. ¿Están discutiendo? - No creo… bueno puede que Joan le esté dando un sermón por lo que ha pasado. - Espera ¿¿Ya sabes lo que ha pasado?? - Bueno… se algo, pero no se me permite decirte nada. No es de mi incumbencia, así que no diré nada. - Ella está mal, se le nota desde aquí. Teo no estoy para aguantar juegos tontos, ¿qué está pasando? - Hoy visito a Sweets. - ¿Quién mierda es Sweets? lo he escuchado muchas veces pero no se quien es. - Es el psicólogo de la policía. Normalmente atiende a las víctimas de diferentes delitos, también hacen exámenes psicológicos a los criminales/acusados. Y por último, atiende a policías que han pasado por algún trauma. Una muerte de un compañero, su primera pérdida en un caso o por diferentes casos que han llegado a ser traumáticos. - ¿Por qué iría Khloe a verle? - Eres verdaderamente idiota… Tu, tú mismo has sido algo traumático para Castle. Hace un par de años, cuando todo pasó y Castle llegó aquí. Terminó entrando en depresión, por todo lo que pasó contigo. Se encerró en ella misma, no salía de casa, no salía de su habitación. Todo el día estaba desanimada, no comía apenas, no parecía ni una persona… Joan consiguió convencerla de ir a ver a Sweets, un chico muy agradable y con el que puedes hablar de todo. Con esfuerzo y tiempo, mucho tiempo. Khloe salió de eso. Pero eso puede volver… - ¿Yo se lo he provocado de nuevo…? - No lo sé, San. Tu intenta no agobiar la, más de lo que ya está. Asentí no muy convencido de sus palabras, decidí irme a la cama. Ya era demasiado tarde y mañana debía llevar a las niñas a clase. Entre en mi habitación, y me acosté junto a Sungi. Me quedé dormido mientras la miraba. {♡•♡} Punto de vista de Khloe –Horas antes– - Espera, espera, ¡ya sé lo que te pasa! Habló la rubia, mientras se levantaba de un brinco. - Tranquila, tranquila… no debes alterarte en tu estado, Yauren. ¿Qué es lo que me pasa? - Primero iremos a ver a Sweets. Después te diré que es. Porque tengo algunas dudas. - ¿Pero es malo? - Hombre, bueno bueno… pero tampoco tan mal… uf pero puede ser complicado… Esta sería la cosa. - Con eso no me ayudas… me estas asustando. - No, no, tú tranquila. ¡Vamonos de inmediato! No me dijo ni terminar de comer, me levanto tirando de mi brazo, recogió nuestros abrigos. Apenas llegue a comer mi bolso y las llaves de casa y coche. Montamos en mi coche, ya que yaura no tiene carnet de conducir. Es Jimin quien la lleva a trabajar o va en metro/taxi. No tardamos mucho en llegar a la comisaría, esta vez no fuimos ni al depósito, ni a la planta en la que trabajo. Subimos a la última planta. Y cruzamos todo el pasillo, con la maqueta azul recogiendo todo este. Un montón de cuadros de policías que marcaron de alguna forma heroica, están por todo el pasillo. Llegamos al despacho del final, un gran cartel con el nombre de Sweets, está sobre la puerta. Llame antes de entrar, yauren entró junto a mi. Con ella delante puedo hablar de cualquier cosa. Y confío que jamás le dirá a nadie nada. Nos sentamos en el sofá de cuero, color marrón. El estaba enfrente, en otro sofá, pero individual y de un tono grisáceo oscuro. Tenía en mano una agenda, donde iba apuntando todo lo que veía importante. - Castle Junior. Diría que me alegro de verte, pero no es así. Me alegraría, si fueran en otras circunstancias. Hablé con Joan por teléfono y me dijo que necesitabas urgente una charla conmigo. - Así es… Tengo problemas, Sweets. - Cuéntame todo lo que te inquiete, te escucho. - Bueno… Todo empezó hace varios meses atrás, San volvió. - Tu expareja y padre de Sun, ¿no? - El mismo. La cuestión es que una semana o dos semanas después, no recuerdo muy bien, tuve de nuevo un ataque de pánico. Realmente en parte no fue por él, si no por mi madre. Pero él entraba en el tema de discusión que teníamos. - ¿Te sentiste agobiada por tu madre? ¿O fue más un tema de frustración? - Diría que fue más frustración, de que ella se metiera en temas personales de mi vida, como lo es la relación con San. - Comprendo. ¿Después de ese día se pasó y seguiste normal o fue como antes? - Fue como antes… Me pasé toda una semana sin salir de casa, y no empecé a hablar de nuevo con ella, hasta ayer mismo. - Entiendo. ¿Con San has discutido de ese modo? ¿Has llegado a sentirte como cuando discutiste con tu madre? - Hasta ese punto no discutimos, pero no llega tan lejos. Me siento mal al principio, pero a nada que hablamos de nuevo se me pasa. Es como si discutiéramos, por tonterías, que en realidad no lo son y a los dos minutos estamos bien. Es raro. - ¿Tienes algún sentimiento positivo hacia él? - Amh… puede ser masoquista, pero si, los tengo. - Se sincera con él, Khloe. - Haber cuéntame, no voy a juzgarte o algo parecido. Estoy aquí para ayudarte. - Me acosté con él, dos veces. Los dos me miraron atentamente, Sweets no esperaba eso. Su expresión facial lo decía. - No esperaba eso, pero tampoco está mal. En ninguna de las sesiones que hemos tenido, no me has negado volver con él o intentar algo con él. ¿Cómo te sentiste después de eso? - Me daba asco a mi misma, porque me gusto. Lo echaba de menos… sinceramente cuando empezamos algo él y yo en el campus, éramos bastante activos sexualmente. - Ni me lo recuerdes, compartí apartamento con ellos dos…. - Entonces fue en dos ocasiones, ¿pero repetirlas? - Sin pensarlo, creo que sí. - La tía llegó a tener sueños cochinos con su ex. - ¡Oye! - Oh dios, sí que lo necesitabas… Es broma, bueno en realidad es verdad que lo necesitabas. Pero que está bien, la cosa es ver en qué términos están. Entiende que el necesitará saber qué clase de relación tenéis. - Lo sé, pero si, yo tampoco sé qué clase de relación tenemos. Aun no estoy preparada para empezar algo serio… - Pero si puedes intentar una relación estable. No de pareja, pero si de compañeros de trabajo. Acostaros puede ser la manera de aliviar esa tensión que hay entre ustedes. - ¿Pero entonces qué es lo que me pasa? - Haber dime los síntomas que tienes. - Me agobio con nada, no tengo apetito, a menudo me siento como si estuviera en un barco, las personas pasan a una segunda parte. No tengo ánimos de nada, no quiero levantarme de la cama, ni salir de la habitación. Solo quiero encerrarme y no pensar en nadie. - Son síntomas parecidos a los que tuviste la otra vez. La falta de apetito, el sentirte agobiada, ¿y tienes jaquecas, dolores de cabeza? - Si, sobre todo por la mañana. - Se podría decir que estás en un principio de depresión, pero no está tan avanzada como la otra vez. Como sabes, hay diferentes tipos de depresión. - Si, me lo explicaste la otra vez. - Pero hay cosas que no me cuadran… - Yo sé que es. Está embarazada. Los dos la miramos, mientras ella se cruzaba de brazos. - Eso es literalmente imposible, como no sea del espíritu santo o un embarazo psicológico. - Dijiste que te habías acostado con él… - Si, pero usamos protección las dos veces. - ¿En serio tienes 24 años? Los preservativos no son cien por cien fiables, hay un 2% de probabilidad de que se rompa o se rasgue, pequeña Khloe. Además dijiste que se te adelantó el periodo, eso es un síntoma de embarazo. - Eso es cierto. - Es imposible… osea otro bebe no, no puede ser. - Sencillo, hazte una prueba de embarazo. Si lo prefieres hacerla en un hospital. Pero te diría que lo hicieras, necesitas saber sí o sí, si estás realmente embarazada. Ya que si estás en un principio de depresión y a la vez embarazada, puede ser peligroso. Después de una charla con los dos, salimos de su despacho. Yauren me acompañó al hospital, ellos tenían razón. Pero yo sigo diciendo que no es posible.
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