Habían pasado varios días desde la partida de Jonas, el otoño ya había dado inicio, las hojas de los árboles cambiaron su color verde por tonos ocres y marrones, las hojas secas caían al suelo ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza, y el clima se había vuelto frío, Nirella estaba trabajando en el huerto mientras Kai alimentaba a las gallinas , Almira le preguntó. __ ¿Te arrepientes de no haberle dicho a ese hombre que Kai es su hijo? __ No. __ ¿Entonces porque parece que estuvieras triste por haberlo dejado ir? __ Claro que no, me siento aliviada de que se haya ido, el tiempo que estuvo aquí temía qué se diera cuenta qué Kai es su hijo. __ Tienes suerte de que ese hombre sea tan despistado, cualquiera con dos dedos de frente se habría dado cuenta que ese niño es una copia