Boda
Nirella era aún una niña de apenas doce años, cuando fue prometida con el príncipe heredero Jonas Blaktrom. Su padre el Marqués Grafton se había mostrado orgulloso de ella y la felicito por ello.
El emperador quien siempre la había queridos como a una hija la felicito y le dijo.
__Esperó que el tiempo pase rápidamente y que llegue el día en el que te conviertas en emperatriz.
Nirella guardo con alegría aquellas palabras en su corazón y deseo que ese día llegara pronto.
Después de ocho años.
Llegó el tan esperado día, ella estaba usando un hermoso y deslumbrante vestido estilo princesa de color blanco puro, la falda era voluminosa por todas las capas de seda y muselina con las que el vestido había sido elaborado, tenía un patrón de pequeñas flores en el pecho, con pequeños diamantes firmemente incrustados en ellas. Su cabello había sido peinando hermosamente en un moño y su rostro cubierto con un fino y delicado velo con pequeñas flores bordadas.
Cuando las sirvientas terminaron de acomodar el velo, Nirella se miró en el espejo y sonrió dichosa ya que se estaba casando con el hombre que amaba.
Nirella fue con su padre al templo dónde se iba a realizar la boda.
El enorme salón estaba lleno de gente, todos los nobles de la capital se habían reunido ese día para presenciar la boda del príncipe heredero, el futuro emperador de Belgota.
Cuando Nirella entro al templo todos se giraron para verla, mientras caminaba hacia el altar, Nirella vio al príncipe Jonas, él iba vestido con un traje blanco y llevaba un ramillete de peñas flores rojas prensada en el lado izquierdo de su pecho, y había peinado su cabello rubio miel hacía atrás dejando ver sus hermosos y claros ojos verdes.
Varios niños tiraba pétalos de rosa de color blanco que hacían contraste con la alfombra roja por donde ella iba caminando, todos los invitados sonreían y decían lo hermosa que se veía la novia.
Nirella se acercó lentamente a él, al estar frente a Jonas ella doblo sus rodillas y se inclino. Jonas extendió su mano.
Ella sostuvo su mano con un rostro lleno de alegría y felicidad, la mano de Nirella se sacudió ligeramente ella estaba muy nerviosa.
Jonas envolvió su mano temblorosa con la suya y le dijo.
__ No hay porque estar tan nerviosa.
Nirella se calmo al sentir la calidez de su mano, y el escuchar su voz cariñosa.
El mismo emperador ofició la ceremonia, dio un largo sermón y un discurso de felicitación, ellos dijeron sus votos matrimoniales y firmaron el libro de unión, sellando así su matrimonio.
__ Está hecho, dijo el emperador, en nombre de Dios ahora sois una sola carne, yo los declaró marido y mujer, podéis besaros.
Jonas retiró el fino velo descubriendo el rostro sonrosado de Nirella, al sentir los suaves y cálidos labios de Jonas sobre los suyos ella sintió como la felicidad la inundaba, ese era su primer beso y ella se sentía feliz de que fuera con el hombre que amaba.
Todos los invitados aplaudieron y les daban la enhorabuena, mientras salían de la iglesia tomados de la mano, al salir un hermoso carruaje blanco decorado con rosas rojas y blancas les estaba esperando.
El príncipe ayudó a Nirella a subirse y luego el carruaje se puso en marcha, mientras iban en el carruaje ella sonreía felizmente con la alegría de una mujer enamorada, mientras Jonas veía el paisaje a través de la ventana con una expresión un poco triste.
Ella al verlo así le pregunto.
__ ¿Pasa algo esposo mío?
Jonas cambio rápidamente su expresión mostrando un sonrisa dulce y amble, contestó.
__ Nada, solo estoy un poco cansado, no te preocupes.
Nirella tomó la mano de Jonas entré las suyas y le dijo.
__ A partir de hoy soy tu esposa, mi deber es preocuparme por ti.
__ Gracias, le contestó, pero estoy bien no hay razón para que estés preocupada.
__ Esta bien.
Le dijo ella mientras una gran sonrisa se dibujaba en su rostro, ella miró por la ventana y mientras atravesaban la ciudad , los ciudadanos les tiraban flores delante de su carruaje y les decían:
Larga vida y prosperidad a los recién casados.
Bendiciones y abundancia al futuro emperador y emperatriz.
Nirella se sentía dichosa y recibió con alegría aquellas palabras y deseo que se volvieran realidad, cuando ambos llegaron al palacio Jonas la ayudo a bajarse del carruaje y ambos entraron en el gran salón de banquetes del palacio imperial, innumerables nobles disfrutaban de la fiesta.
La boda había sido extravagante y grandiosa, el rey se había encargado de ello.
Cuando ellos entraron al salón fueron recibidos con música y aplausos, ellos saludaron al emperador y el baile dio inicio poco después, mientras bailan ella dijo.
__ Hoy ha sido el mejor día de mi vida, gracias.
Jonas le dio una sonrisa amable y le dijo.
__ Me alegro que todo haya sido de tu agrado.
__ Todo esto a sido tan maravilloso que me parece que estoy soñando y despertare en cualquier momento.
El solo sonrió ante aquellas palabras y continuo bailando, cuando la música se detuvo ambos se alejaron de la pista de baile y muchas personas se acercaron a ellos para saludar y felicitarlos.
Después de que hubieron saludado algunas personas y bailado durante horas, dos damas fueron a buscar a Nirella y le dijeron en voz baja que era hora de que se retirará.
Ella se despidió de las personas con las que había estado hablando y salió del salón, las dos damas la llevaron a la habitación que desde ese día compartiría con su esposo.
La habitación estaba maravillosamente decorada con hermosos tapices y mullidas alfombras, en medio de la habitación había una enorme cama con dosel y hermosas cortinas blancas decorándolo, habían varios jarrones con hermosas y coloridas flores que llenaban la habitación con un agradable aroma.
Mientras ella veía maravillada todo a su alrededor una de las damas le dijo. __ Si algo no le gusta podemos cambiarlo.
__ No hay necesidad de hacer eso, contesto, me encanta todo.
Las dos damas ayudaron a Nirella a quitarse el vestido, le ayudaron con el baño, al terminar le aplicar un aceite de flores, le pusieron un suave y delicado camisón de muselina blanca y luego se retiraron.
Nirella se sentía muy nerviosa ya que esa iba a ser su primer noche con Jonas, ella se sentó en el borde de la cama y a los pocos minutos él entró.
Ella le sonrió un poco tímida y le dijo. __ Te estaba esperando.
Jonas al verla vestida con su camisón de muselina blanca le pareció tan delicada y elegante como un lirio,
camino con pasó lento hacía ella y se sentó a su lado.
Nirella se sintió muy nerviosa al sentir la pierna de Jonas rozando la suya y él dijo.
__ Si estas cansada no hay necesidad de hacer nada.
Ella se levantó de la cama alarmada por lo que Jonas acaba de decir, ya que si una pareja recién casada no hacía nada durante la primera noche se consideraba que el esposo rechazaba el matrimonio.
__ ¡No estoy cansada!
Él al verla tan alterada tomó su mano y le dijo.
__ No tienes que alarmante así, solo lo he dicho porque te veías muy nerviosa.
__ Es verdad que estoy nerviosa, pero supongo que es normal ya que es mi primera vez.
Jonas se puso de pie y la beso en la frente, luego beso sus mejillas y sus labios . __ Seré gentil, no tienes nada que temer.
Él la deposito suavemente sobre la cama y acarició su rostro, ella tenía las mejillas sonrosadas y él le preguntó. __ ¿Quieres que pague la luz?
__Si por favor, contesto ella tímidamente.
Jonas apagó la luz y comenzó a quitarse la ropa, Nirella al escuchar roce de la ropa al ser quitada y sintió su corazón latir como un caballo desbocado. Él se puso sobre ella apoyando su peso en su brazo derecho para no aplastarla; Al estar tan cerca ella pudo ver su rostro con la escasa luz de la luna que entraba por la venta, pequeños mechones de cabello ocultaba su rostro entre las sombras.
El busco su boca en la oscuridad y la beso dulcemente, él la acarició con delicadeza, como si temiera poder romperla, ya que ella parecía tan pequeña y delicada debajo de él.
Cada beso y cada caricia hicieron que su cuerpo ardiera como el fuego, ella se sintió dichosa y feliz al ser tratada con tanta delicadeza.
Jonas recorrió su cuerpo con sus manos y ella se emborracho de la sensación de ser amada, cuando él se volvió una con él, la inundó el dolor pero también sintió placer y felicidad de volverse una con el hombre que amaba. Y tontamente ella pensó que esas habían sido las horas mas felices de su vida.