Después de dejar a Peter en el aeropuerto, fui directamente a la empresa, a pesar de ser sábado debía de laborar.
Tan solo unos minutos después de sentarme en mi oficina, recibí la visita de Lourdes, lo cual me alegro mucho, fui hacia ella y la abracé fuerte.
—Amiga ¿Que haces aquí? ¿Pasa algo?— Le pregunté mientras tomábamos asiento.
—Quería venir para saber cómo te sientes ya demás hay algo importante que quiero hablar contigo— Respondió Lourdes con nervios evidente.
—Hace al rededor de cuarenta minutos lo dejé en el aeropuerto, seguramente debe ya estar volando— Respondí inundada en un solo pensamiento que tenía nombre, ‘Clarisa’.
—¿Sigues pensando en la secretaria?.
—Ya olvídala amiga, te dije que Peter te ama, tú eres la que tienes ese hermoso anillo puesto en tu mano izquierda.
