En la empresa de Peter. —Buenos días Peter— Dije tan pronto entré a su oficina. —Buenos días Laura, si vienes a discutir mejor no hablemos— Dijo Peter desde su asiento, ni siquiera levantó la mirada. —No vengo a discutir, vengo a decirte que tomaré el puesto de Alfonso— Le respondí mientras tomaba asiento. —¿Que te motivó a tomar esa decisión?— Preguntó Peter al levantar la mirada. —Lo pensé mejor, así que trabajaré para ti Nuevamente, tendrás que verme todos los días, al igual que tú secretaria— —¿Vas a trabajar aquí por celos?— Preguntó Peter muy serio. —Te dije que no estoy celosa, solo te avisaba que tendrán que verme todos los días— —Laura ya no podrás tomar ese puesto, estás trabajando paga la competencia, no te puedo emplear— —No te estoy preguntando, a partir de mañana ser