Claudia en su casa levanta los platos de la cena que hizo, finalmente decidió comer sola como lo sugirió su marido se queda leyendo un rato en medio de su lectura piensa que es lo que ve su marido en esa mujer que ella no pueda tener a sus 32 años no se siente tan vieja pero siente su estima como la de una mujer de 50 años, resopla la mitad de su vida a estado para su esposo siempre impecable para él y sus eventos acompañándolo al principio fue un hombre amoroso luego del nacimiento de Mariana todo cambio entre los dos. Tuvo que insistir y finalmente pudo empezar a tener una vida social pues sus celos hacían que cualquier persona que se le acercara terminara alejándose, dejo de lado hasta su manera de vestir porque a él le parecía que una mujer debía vestir de manera recatada aumentando así su pudor. Cuando intento ser sexy para él las cosas no terminaron de la mejor manera pues pensó que era para alguien mas y las peleas se hicieron presentes, cuando ella le llama amor es como si fuera algo del común para él pues jamás la trata de una manera diferente siempre: Claudia, no hay un apelativo romántico que hubiese usado en sus 15 años de matrimonio.
Andres por su parte, en medio de la reunión no deja de ver las piernas y el escote pronunciado de su secretaria traga saliva siente como su pantalón empieza a apretar.
-Señor Ferrer como le decía, es un negocio perfecto para las empresas Montero y por supuesto sus empresas, el acuerdo se basaría en una estrategia donde las partes ganarían de manera equitativa tanto en experiencia como en liderazgo dentro del mercado.
-Me parece muy bien, pero antes de firmar cualquier contrato me gustaría conocer al gerente - observa a Marcia su secretaria quien completa.
-El señor Nicolas Montero... - le sonríe coquetamente.
-Entiendo pero Nicolas esta en Londres en estos momentos y no se cuando vendrá, tendríamos que concretar con la segunda socia mas importante no se ¿Qué le parece?- espera su respuesta.
-Me parece; ¿Cómo se llama? - suena el celular del hombre.
-Si me disculpan, es una llamada del señor Montero un momento - asienten exasperados.
Mientras Enrique Fernandez el apoderado de Nicolas habla por celular con su jefe en la sala de juntas Andres traga saliva ante la manera como Marcia se abre de piernas para él y se pasa las manos por sus pechos.
-¿Que te parece lo que propone Enrique? - su voz es seductora y Marcia pasea su lengua por los labios.
-Me parece muy buena idea, de hecho me encanta - se acerca a la mesa y deja ver mas de sus pechos.
-Perdón, el señor Montero me dice que los invita a su rancho en Tijuana pues este fin de semana es el cumpleaños de su hermana - dejan de lado con molestia el coqueteo.
-Bueno si no hay demás ahí estaremos... -puntualiza aburrido.
-Puede llevar a su esposa, lo felicito es muy bella -asume que Marcia es la esposa pues en las anteriores reuniones y en esta tuvo en cuenta sus opiniones, mostrando lo evidente.
-Encantada de ir - acota con audacia Marcia.
Marcia le ordena a Julieta otra de las secretarias acompañar a Nicolas a la salida, mientras observa como al cerrar la puerta luego de la despedida Andres se pasa las manos por la cabeza y traga saliva.
-Me vas a decir que le tienes miedo a tu esposa - habla con sarcasmo - dile que es otro de los viajes de la oficina y listo - le habla cerca al oído - ¿o prefieres que te acompañe ella?
-Como quieras, te daré gusto - recuerda que con su esposa ya no hay un tema de conversación todo se resume a hablar de Mariana y cosas de la casa.
-No te vas a arrepentir la vamos a pasar maravilloso...
Claudia en su casa, mientras levanta la ropa de su marido y la organiza para lavarla mira los bolsillos cuando siente el olor de un perfume que no es el de ella y también una pequeña caja sonríe al abrirla y ver un juego de aretes en oro con pequeñas incrustaciones de esmeraldas acompañados de una nota.
"El verde de las esmeraldas no se compara con el verde de tus ojos" - sonríe y vuelve a ponerlo en su lugar esperando que su marido se los entregue. Sin duda, volverá a hacer el hombre detallista de antes le encanta.
-Claudia - aparece Mariana,
-Te he dicho que no me digas así, soy tu madre respétame...
-Como sea - pone los ojos en blanco - el fin de semana tengo una excursión con los padres de Elisa, dame dinero.
-Hablaste con tu padre para que te de permiso - intenta ser paciente.
-No necesito hacerlo, él siempre me da permiso - sonríe victoriosa.
Volviendo a la sala de juntas...
Andres se revisa el blazer y no encuentra la caja, pone los ojos en blanco en otro momento se los entregara a su destinataria. Al llegar a casa su cara de entusiasmo desaparece, es como si el ambiente le asfixiara. Encuentra a su esposa con el mismo atuendo aburrido de siempre, y hablando de los mismos temas que el mercado que la casa, resopla. Marcia tiene una cena con sus padres, no puede llamarla para que salgan juntos debe quedarse en casa al menos por su hija.
-Hola mi amor - la morena le sonríe al verlo y lo besa, mismo que no es correspondido.
-Hola - es seco - voy a mi despacho no me interrumpas.
Simula ir al despacho pero va a su closet para buscar la caja sonríe mientras lo guarda de nuevo, al ver la manera como Claudia le organiza las cosas traga saliva es una mujer dulce y dedicada. Aburrida le grita su cabeza, es como si quisiera sabotear sus sentimientos.
-PAPI - grita - como estas de guapo - le sonríe abrazándolo.
-¿Ahora que quieres mi niña? - besa su cabeza.
-Permiso para ir el fin de semana con Elisa - le hace un gesto de niña buena.
-Tu sabes que a ti no te puedo negar nada.