-¿Donde puede quedarse Mariana - intenta ignorar el magnetismo existente entre ellos, es como si sus cuerpos estuvieran destinados a no despegarse; Andres se sorprende con la frialdad de las palabras de su mujer - mientras estamos en la junta?. -¿Como? - tartamudea, baja la mirada al comienzo de la blusa femenina nota el comienzo de los pechos que lleva días sin tocar - princesa - saluda a Mariana; esa sola palabra hizo que el mundo de Claudia cambiara, efectivamente fue la primera vez que la saluda con tal apelativo romántico humedece sus labios y de manera delicada juega con el peinado de su hija - hija puedes ir a mi oficina, espéranos ahí le puedes pedir lo que quieras a Julieta. -Como sea, mami - suelta su mano delicadamente - no te demores, quiero que hagamos el plan que me dijiste