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A un apartamento en el centro de la ciudad, con un amoblado en tonos color roble, algunos adornos de metal, sillones de cuero, una cocina amplia y un dormitorio tipo suite, llegó Marck era un lugar muy masculino, algo que le agradó, en seguida se puso al trabajo de guardar sus cosas, cuando terminó se sentó en la cama y pensó en Anna, a su mente vino su imagen entre sus brazos, el olor a vainilla de su piel. ¡No quiero renunciar a ella! se dijo a si mismo Pero, la impotencia volvió a abrazarlo, ¿cómo haría para romper con ella? pues ninguna idea venía a su cabeza, y solo de pensarlo se le rompía el corazón. quizá el estar lejos de ella lo ayudaría a poder seguir adelante. Anna estaba en el jardín mirando las flores, estaban en su etapa de floración, hermosas, habían de varios colores,