llegó al comedor con un vestido casual suelto floreado que llegaba a sus rodillas, Marck no pudo evitar mirarla de pies a cabeza, mientras mordía su labio inferior cuando entró, ella lo vio y se sonrojó, Mary y Joseph estaban tan inmersos en una conversación que no se percataron de ese suceso,
"¡oh cuántas cosas ricas!" dijo Anna tratando de distraerse y alargar a su madre, que había hecho varios platos que a ella le encantaban.
"claro que sí, es para celebrar tu nuevo comienzo, te mereces lo mejor hija, espero puedas lograr todo lo que haz propuesto" dijo la madre de forma tan amable como siempre solía hacerlo
"gracias mamá" dijo Anna mientras miraba dónde se sentaría en la mesa Marck le dijo "siéntate aquí, así podemos estar cerca para conversar mejor" y apartó una silla justo a su lado, ella estuvo a punto de decir que no pero Joseph intervino "claro Anna siéntate, a su lado así pueden hablar y conocerse casi ni han cruzado palabras" mientras señalaba la silla al lado de Marck. Ella se sentó, y al estar ahí se dio cuenta que esa silla estaba más junta a Marck que las otras, el la había aproximado hacia el antes que ella se sentara.
trato de hacerse tonta y se sirvió la cena, mientras comían hablaban de temas triviales.
Mary y Joseph estaban entre ellos hablando mientras Marck y Anna no se decían una palabra, no se atrevía ni a mirarlo, cuando de pronto sintió algo en su pierna, era la mano de Marck apoyada sobre su muslo, su cuerpo se paralizó, ella no sabía que hacer y mucho menos que decirle, cuando levantó la vista él la estaba mirando, sus ojos le decían que guarde silencio, ella miró disimulando a Mary y a Joseph, ellos no estaban prestando atención y Marck no quitaba su mano.
su cuerpo no respondía solamente temblaba y había algo que se incendiaba dentro de si, ¿cómo podía ser tan descarado? ¿acaso no se daba cuenta del riesgo que era eso?
se pregunto, Pero en ningún momento en su mente admitió lo mucho que le gustaba esa sensación de peligro, ese fuego que recorría su cuerpo, ese cosquilleo que sentía en su abdomen y bajaba a su entrepierna algo que no podía describir, y mucho menos aceptar que era algo peligroso, pero a su vez tentador.
Marck solo la examinaba mientras comía como si nada con la otra mano, al ver que ella tenía conflicto interno, bajó un poco la mano para levantar su falda y tocar su piel, Anna lanzó un pequeño gemido, que disfrazó comiendo un bocado, como si saboreara la comida.
eso hizo que Marck se encendiera más y buscará acercarse más al lugar que realmente quería explorar, su mano subió tocando su piel, mientras su vestido también subía desde su falda al entrepierna, lo hizo con tanta suavidad que nadie más que ellos podían notarlo, cuando llegó a tocar lo más íntimo de cuerpo, Anna no pudo resistirse y temiendo que su madre o Joseph se den cuenta de lo que estaba sucediendo, se hizo la que estaba satisfecha.
"bueno, estoy cansada, creo que lo mejor es que me retire" Marck la miró fijamente "¿ya te vas? si recién comenzamos" le dijo sabiendo que no se refería a la cena, Anna le contesto "ya estoy satisfecha gracias igual"
"bueno hija, que descanses" dijo Mary
"que descanses" continuo Joseph
"que lastima te perderás el postre, igual si quieres te guardo para cuando quieras algo dulce en la madrugada" dijo Marck invitándola a verse, como la noche que le besó la mejilla.
"gracias" dijo Anna y se fue.
ella subió rápido las escaleras hacia su dormitorio, su respiración estaba descontrolada, la humedad que sentía en el interior de sus bragas, sabía que no era algo que podía evitar.
ese hombre la había exitado, y eso no sabía cómo afrontarlo, lo deseaba tanto como él a ella, Pero no podía dejarse convencer y caer en sus manos, ¿cómo lo frenaría? sería una tragedia si su madre o Joseph lo supieran, a ellos no les gustaría nada.
se tumbó en la cama mientras pensaba en esas cosas, trato de tranquilizarse, así que tomó su celular con intención de distraerse con otra cosa. Había pasado ya un rato cuando alguien tocó la puerta, era su madre.
"quería ver si estabas bien, te noté algo extraña cuando te fuiste del comedor"
Anna se sorprendió con el comentario de su madre no esperaba que ella se hubiera dado cuenta.
"tranquila mamá, estoy cansada y me dolía un poco la cabeza, por eso me vine a acostar, voy a intentar dormir temprano"
la madre crédula de la explicación que Anna le dio contestó "bueno cualquier cosa no dudes en llamarme, no importa la hora, si precisas algo"
"gracias mamá, Pero solo necesito dormir"
la madre se acercó le dio un beso en la frente y se fué.
Anna se sintió muy mal con mentirle a su madre, jamás había pensado en hacer algo así, ella no se merecía lo que ella quería hacer, aunque luchaba para no caer en esa tentación tan irresponsable.
Esa noche luchó con todas sus fuerzas para dormir, Pero no había caso de nuevo ese hombre le estaba quitando el sueño, ¿acaso así serían sus noches de ahora en adelante?
Así que se levantó a tomar un té de manzanilla y comer algo dulce, olvidando totalmente la propuesta de Marck de verse, solo quería dormir y el te de manzanilla siempre la ayudaba en sus noches de insomnio.
Eran casi las dos de la mañana cuando llegó a la cocina, tomó una taza y comenzó a calentar agua para la infusión, luego abrió la nevera pensando en comer algo dulce, y ahí vio un pequeño plato de postre servido lo habían tapado con una bandeja de plástico transparente, parecía que lo hubieran dejado así para que se vea lo que contenía dentro, justo en ese momento lo recordó, la voz de Marck diciendo que se perdería el postre y que le guardaría, invitándola a verse ahí mismo donde ella estaba, había caído en una trampa de ratón, debía irse de inmediato de ese lugar, antes que él llegara, cerró la puerta de la nevera y apagó la cocina, donde el agua estaba a punto de ebullición, pero justo cuando estaba dirigiéndose a la puerta venía él, otra vez sin remera y con un pantalón de seda holgado que le quedaba justo por debajo de su abdomen, y dejaba ver sus líneas definidas, con las manos en los bolsillos, en ese momento su corazón se paró por un segundo, sabia exactamente lo que él venía a buscar era a ella, y la había encontrado justo exactamente dónde el esperaba, vestida con camisón de seda con puntillas, que apenas tapaba su cuerpo que evidentemente no llevaba ningún tipo de ropa interior, y aunque llevaba una bata por encima ya sea por los nervios o la sorpresa de estar en ese momento, no había cerrado, dejando ver sin querer ese camisón.
Marck la miro desde abajo hacia arriba, casi saboreando cada parte de su cuerpo sin tocarlo. "aquí estás Anna, ¿insomnio de nuevo? o ¿recordaste haberte perdido el postre en la cena?" ella se puso roja de inmediato, dio un paso atrás.
"solo insomnio, no pienses que..." dijo cortando su voz por los nervios.