Samara. Camino por los pasillos del centro comercial junto con Adara, llevamos aquí quizás, un par de horas, compramos unas cosas y ahora, nos detenemos frente a un local donde venden helados. — Compremos un helado. Propongo, Adara solo asiente con la cabeza y entramos para formar la corta fila que en ese momento estaba. No pasa mucho tiempo cuando ambas estamos frente al chico lindo que se encarga de atender, sus ojos me ven con mucha intensidad por lo que, considero que le gusto y si es así, pondré a prueba algo. — Buen día, ¿qué puedo ofrecerles? Dice con una hermosa sonrisa que deja a la vista sus hermosos dientes, yo, llevo la mano a mi peluca, muevo lentamente llevando un poco hacia un lado, no pierdo el contacto visual con él y hago una pequeña mueca con los labios antes de h