Samara. Miro mi cabello de color gris frente al espejo, en este momento, lo estoy peinando para hacerme una trenza y dejarlo bajo la peluca de nuevo. En eso, la puerta se abre dejando pasar a Arya, quien, por su mirada, quiere hablar de lo de anoche, volteo para acercarme a ella. — ¿Qué te trae a mi humilde morada? — Pensé que ya estabas despierta y quise venir a verte. — Arya. Advierto con una ceja elevada, ella suspira antes de bajar la mirada un segundo y hacer una mueca ligera de incomodidad. — En realidad… Comienza y se detiene, me señala el balcón que tiene esta habitación la cual estoy ocupando en la casa Alves, volviendo al punto, camino junto a ella para salir al balcón, el sol no nos llega porque esta parte de la casa, queda más hacia el fondo y bueno, por cuestiones d