Samara. Estamos en la sala de la casa Alves… que si eso parece muy ficción, todavía no es ni de cerca a la realidad, Adara, Arya y Alex están hablando de cosas a las que no les tomo demasiada importancia, pero me incluyo de vez en cuando. — Sí sabía que solo necesitabas de ellas para poder sonreír de esa forma, seguro que las traía hace ya semanas. Dice Alex refiriéndose a Arya, esta le da un codazo como quien dice, por dejarla expuesta ante nosotras. Es que resulta que ella tenía un novio lobo que al parecer era todo un hijo de su mamá porque solo la hizo sufrir y aquí entre nosotros, sabemos que, ahora que Adara y yo estamos aquí, nos encargaremos de hacer sufrir a ese chico, lobo o como sea que se le diga, porque a una de la familia, no la hacen sufrir y se van de rositas, no, no,