Samara.
Estiro los brazos para quitarme la pereza, ayer fue la fiesta del instituto, o bueno, tenía que ser, porque terminaron festejando el cumpleaños de Arya, ayer bailé mucho, el lobito estuvo durante un rato, pero, luego tuvo que irse y aproveché de bailar con quien me invitara que, básicamente fueron como cuatro a cinco chicos.
Llego a la cocina, pero, no encuentro a nadie, arrugo un poco el entrecejo, luego me encojo de hombros yendo al refrigerador, sacaré unas cosas para intentar prepararme el desayuno, gracias a Diosito que cereal con leche me sale bien, sino, no sé qué sería de mí.
— Veo que ya te preparaste algo, mechitas.
Ese es Alex apareciendo por la puerta que lleva fuera de la casa, pongo mis ojos en blanco, pero, me parece extraño cuando lo veo entrar con un conejo.
