Cap_4 Demostrar poder.

2801 Words
Kenner. Miro la vista panorámica desde lo alto de este acantilado al que siempre venía, antes de que Arya se instalara en la casa de la señora Amelia y prácticamente se apropiara del lugar. No es muy educado hablar de esa forma de una de tus amigas. Suena raro escucharte decir la palabra, “amigas”. Tenemos conceptos diferentes de lo que es amistad, más teniendo en cuenta la palabra, “amiga”, pero, soy una parte de ti con quien debes lidiar, te guste o no. A veces quisiera ser normal. No se puede. Lastimosamente debo ser un futuro Alpha, al que aparentemente no toman muy en serio. Es temporal, Kenner, cuando tengamos a nuestra luna, asumiremos el cargo de Alpha. ¿Según quién?, ¿nuestro padre?, ¿por qué Ryan ya es Alpha? Él no tiene una luna. Es diferente, es un Alpha que supera un siglo de edad y su padre lo dejó a cargo de todo. Me siento discriminado, Kain. No es eso, solo ten en cuenta esto, si un Alpha no tiene a su luna, no tiene sentido de protección y no tiene miedo a perder algo, entonces, si no quieres cuidar o no temes a perder… ¿Cómo protegerás a la manada? Tus historias baratas al estilo Jesús, no me engañan. No me creen capaz, es eso. Y aquí es donde tus hormonas de juventud, actúan. Pongo los ojos en blanco, Kain es mi parte lobuna, con quien constantemente diferimos en opiniones, no coincidimos en el punto de vista del otro y generalmente nos dejamos llevar por los impulsos e instintos, lo sabré yo que varias veces amanecí en la cama de una desconocida. — Llevo tiempo buscándote. Ni siquiera me giro a verlo, solo tomo una profunda respiración para girar levemente el rostro y verlo sobre mis hombros. — Supongo que no quería que me encuentres, por eso me alejé bastante de la manada. — Tu padre quiere hablar contigo. — Qué raro. Contesto con sarcasmo, Raner se acerca hasta quedar a un lado de mí, él es mi Beta, pero, a veces parece un padre o un mejor amigo que no me teme, cosa que agradezco, y, como todo buen aprovechador, lo utiliza a su favor. — ¿Qué es lo que sucede esta vez? — ¿Por qué debe suceder alguna cosa?, ¿acaso no puedo perderme un rato? — Kenner… — De todos modos, todavía no soy Alpha, creo que la libertad es algo que todavía tengo. — No vives en una cárcel. — Sin embargo, es muy parecido, ¿sabes?, porque si no estoy en el instituto o en alguna reunión con mi grupito de amigos, estoy encerrado en el gimnasio entrenando, en el despacho estudiando idiomas, estudiando estrategias de negocio, de combate, de un sinfín de números que podría fácilmente ser una enciclopedia andante. — Es por tu bien. — ¿Y qué haces tú por tú bien? Él es nuestro Beta, no debe pagar por tu enojo y frustración hacia otra persona. Yo no le pedí que viniera. Es su deber como Beta estar cerca. Giro un poco a encararlo, este me mira con un gesto cansado, como si quisiera decirme lo mal agradecido que, según él, soy, pero, solo expulsa aire antes de cuadrar los hombros y enfocarme con esa mirada que me dice que me dará “la charla”. — Kenner, soy tu Beta, también tengo esas responsabilidades, estudio, entreno, organizo y recorro la manada. Aspiro a ser el Beta cuando tú… — Tú ya eres el Beta, Raner, esa es la diferencia y tampoco tienes mate. — Lo tengo. Dice con rapidez, arrugo el entrecejo viéndolo, pidiendo silenciosamente una explicación, ¿nosotros no éramos los mejores amigos? Lo son Kenner, solo que… Cállate, en estos momentos no necesito un psicólogo. — ¿Quién es? — Britana. Responde bajando la mirada, apretando la mandíbula y formando puños con las manos, elevo las cejas porque no esperaba esa respuesta, Britana es… Por eso mismo no te lo dijo, porque sabe lo de ustedes. No es mi culpa que ella tenga las bragas al aire a cualquier chico o lobo. Se agradecería enormemente que no le dijeras eso a nuestro Beta. Lo sé, me ganaría una pelea innecesaria. — ¿Y ya sabes qué hacer? — No, pero, no estamos hablando de mí, Kenner. Pongo los ojos en blanco de nuevo, cuando lo miro, hace un gesto con la cabeza que me indica que debo regresar a la manada, básicamente, no se irá sin mí, suspiro. — Eres un_jodido dolor de muelas. Lejos de molestarse, solo pone los ojos en blanco. — Gracias, también te aprecio, amigo. Responde a mi sarcasmo, entrecierro los ojos en él antes de reírme y ser seguido por él, negamos con la cabeza antes de tomar camino a la manada que algún día lideraré, “Fast Wolves”. ************ *********** — No te mandas solo Kenner, tienes responsabilidades, asume como el futuro Alpha que eres. Dice mi padre sentado en su sillón, detrás de su escritorio. Estoy en su despacho hace como diez minutos escuchando lo que, según él, yo ya debería estar haciendo, estoy parado porque no me ha permitido sentarme. Quitaría seriedad a lo que te está diciendo. Igualmente, no es como si le estuviera prestando mucha atención, solo veo sus ojos y escucho en la lejanía su voz. Estás jugando con fuego. Quemémonos entonces. — ¡Kenner! Un estruendo se escucha cuando golpea su escritorio con su puño elevando un poco los documentos que estaban posados encima y devolviéndome al tema de conversación, mi “irresponsabilidad”. — Padre, no entiendo tu enojo, estoy haciendo todo lo que pides. — No es… — Suficiente, sí, ya lo sé, quieres que sea como una especie de robot al que no se le pase ninguna. — No seas mal educado niño, recuerda que sigues siendo… — Tu hijo, sí, lo soy, pero aparentemente, lo estás olvidando. — Mira mocoso… El sonido de la puerta siendo abierta lo interrumpe y aparece mi madre, la reconozco por su olor, además, mi padre solo la mira a ella con notable suavidad, dejando de lado el discurso lleno de furia que iba dedicado a mí. — ¿Necesitas alguna cosa, mi luna? Pregunta él, esa no es la voz con la cual me hablaba mi padre, ni de cerca, me parece injusto el nivel de preferencia. Es su luna, nosotros también seremos así cuando la encontremos. — Escuché la… discrepancia que aparentemente hay entre ustedes. — Mi luna, es que Kenner… — ¿No crees que por hoy es suficiente mi Alpha? Podemos ir por un paseo a los alrededores de la manada. Lo interrumpe mi madre y casi quiero suspirar de alivio cuando veo a mi padre asentir con la cabeza con una sonrisa, giro a ver la mujer de cabellos marrones que me mira con calidez, se acerca a mí, pasando de largo a mi padre que iba a su encuentro y me da un abrazo. Somos primero para nuestra madre, ¿ya estás contento? — Mi luna. Gruñe mi padre, pero, esta solo sonríe abrazándome más fuerte unos segundos, se aleja a darme un beso en la frente, a ella no puedo negarle nada. — Hijo, compórtate quieres. Me susurra, suspiro asintiendo levemente con la cabeza, me ha salvado. Yo esperaba más horas de entrenamiento como castigo, sin embargo, mi madre no quería eso para mí, solo por eso intervino. Cometí el (aparente) gravísimo error de no asistir a mi clase de esgrima, cosa a la que no le veo mucho sentido porque, ¿para qué luchar con espadas si puedo convertirme en un lobo gigante y destrozar a mi contrincante con mis garras? En realidad, serían mis garras. Es lo mismo, Kain. El tema es… conocimiento, Kenner, nuestro padre quiere que conozcamos de todo. — Sí, madre. — Te amo mucho, ahora ve a estudiar el idioma alemán. Replica separándose de mí, me sonríe mientras acaricia mi mejilla, tomo su mano para bajarla y darle un beso al dorso. — Sí, madre, ahora mismo. Respondo bajando con delicadeza su mano, volteo saliendo del despacho de mi padre, mientras escucho que este se queja al ver como ella logra que yo haga lo que pide en segundos y sin esfuerzo alguno. Jamás entenderá el poder femenino. Es solo el poder de mi madre hacia mí, es la que me dio la vida, no puedo pasar por encima de su autoridad. Algún día nuestra luna nos gobernará así. Sueñas. ************* ************ Miro de un lado a otro, los guardias están firmes en sus puestos, ya es de noche, pero, no tengo planeado dormirme en estos momentos. Nuestro padre nos ha pedido quedarnos. Él no pide, ordena, Kain, yo soy joven, necesito salir, no soy una mujer, soy un_jodido Alpha, es ridículo que no pueda salir de noche. Nuestro padre solo cuida nuestra imagen. La imagen es lo que menos me importa, que piensen lo que quieran. Kenner… Si no estarás de mi lado, mejor no hables. Escucho el gruñido de mi lobo interno, pero, coopera manteniendo oculto nuestro aroma de los guardias que custodian alrededor de la casa. Es domingo por la noche, mañana tengo clases en el instituto, por lo que mi padre ordenó que debía dormir temprano y no desvelarme. — Así que escapando. Pongo los ojos en blanco, miro a Raner detrás de mí, de brazos cruzados. — Cierra la boca, si no vas… — Ya, cállate, Kenner, ve por ese lado mientras yo los distraigo. Me interrumpe en un susurro justo como le hablé, arrugo el entrecejo, ¿me va a ayudar? Él parece notar mi incredulidad hacia su “ayuda”, por lo que se acerca y me da un empujoncito hacia donde me señaló y se va junto a los guardias que yo esperaba evadir para irme. Luego dices que nuestro Beta es… Todavía no salgo de aquí. Interrumpo a Kain, mirando alrededor me apresuro a salir del territorio que cubre la mansión, luego ya prácticamente me voy corriendo para alejarme de la manada. Pronto me veo caminando entre los árboles del bosque y termino frente a la casa de la familia Alves, hasta donde sé, ellas ahora están en la manada de Ryan. Volteo yendo al acantilado de nuevo, me quedo al borde viendo la noche en su máximo esplendor, meto las manos en el bolsillo delantero de mis vaqueros, solo mirando a la nada. Piensas demasiado en lo que es fácil de entender. Lo dices porque estás detrás de mí, solo ves las cosas desde dentro, no enfrentas algo realmente. ¡No es cierto! Siempre estoy aquí, pero no me notas, eres un… ¡Oye!, sé lo que estás tratando de hacer, pero, debes de entender que haciéndome enojar no lograrás nada, solo quieres que tome el control de tu cuerpo. ¿Y qué si eso es lo que quiero? ¿Para qué? No sé, dime tu parecer. Kenner, aunque no lo creas, tengo más años que tú, soy el lobo designado por la diosa luna para ser Alpha en algún momento. Yo ya quiero demostrar poder, Kain. Primero debemos tener a nuestra luna con nosotros. ¿Cuándo encontraremos a nuestra supuesta luna? Puede ser muy pronto. O dentro de siglos, mira de ejemplo a Ryan. Escucho su gruñido, Kain se está enojando y admito que lo estoy haciendo a propósito, si yo no soy del todo feliz, él no debería de estar tan tranquilo también. Nuestro padre tiene razón cuando dice que eres un niño, un mocoso inmaduro. Aprieto la mandíbula formando puños con mis manos, yo no logro enojarlo a él, pero, él solo con una oración logra sacarme de quicio. Suspiro profundo queriendo centrarme, un lobo tonto no puede hacerme perder la paciencia así como así, se supone que estoy siendo entrenado para ser un gran Alpha con habilidades y eso incluye el control sobre las emociones, aunque, sea encarando a Kain. — ¿Algún día encontraré a alguien que me entienda? Lanzo la pregunta en un susurro mientras miro la luna llena, cierro los ojos dejando escapar el aire de mis pulmones. De repente siento las manos de alguien rodearme, arrugo el entrecejo y aspiro el aroma reconociéndola, llevo mis manos a las suyas para apartarla de mi cuerpo, volteo a verla. — ¿Qué haces aquí? Pregunto con el tono de voz neutro, mi mirada se fija en su cuerpo, lleva solo un corto vestido de color n***o que apenas y llegan a la mitad de sus muslos, aprieto levemente la mandíbula, fea no es y mi cuerpo comienza a sentirse interesado en ella. Mocoso hormonal. ¿Algún día dejarás de hablar a cada rato? Eres molesto, Kain. Te recuerdo que… eso no es posible, no seas testarudo. Respiro profundo de nuevo, necesito centrarme, sin embargo, con mi acción noto un poco de vacilación en ella como si pensara que reacciono así por su presencia, baja un poco la mirada demostrando sumisión ante mí. — Alpha, lo vi salir de la manada y creí que necesitaba compañía. Responde Tania, es una loba de mi manada, con la cual… a veces me divierto, es extraño decir esto, pero siempre parece estar pendiente y justo ahora creo que llegó en el momento indicado. No te atrevas, es una omega cualquiera, no estamos tan necesitados. ¿Sabes qué tanto me importa tu opinión? Kenner, esto no está bien, ella no es nuestra luna. Nuestra supuesta luna no aparece y tengo necesidades que debo satisfacer. Kenner… Corto el link con mi lobo interno, sonrío de lado mirando de arriba abajo a Tania, me acerco como un depredador, ella de a poco eleva la mirada hacia mí, la tomo fuertemente por la cintura pegándola a mí y bajo mi rostro a besarla con fuerza, ella me corresponde sin quejarse hasta que la separo después de unos segundos. — Alpha… — Date vuelta y apóyate con tus manos al árbol. Ordeno interrumpiéndola, ella lo hace sin replicar, sin ningún cuidado levanto su vestido dejando a la vista su_trasero, aprovecho de romper sus bragas para colocarla en una posición adecuada y cómoda para mí. — ¿Quieres irte? Pregunto con la voz ronca mientras paso mis dedos por su humedad, ella jadea con los ojos cerrados y niega con la cabeza, pellizco un poco de su piel como castigo por no hablar. — Responde. – ordeno. — No… no quiero irme. Responde con la respiración entrecortada, sonrío de lado, con una mano bajo la cremallera de mis pantalones dejando libre mi_erección y sin miramientos me hundo en ella para comenzar a moverme rápidamente, no la dejo acostumbrarse a mi tamaño, no lo necesita, además, nosotros los lobos no podemos procrear si no estamos en celo o al menos eso me ha dicho mi padre, por lo que un_condón no es algo necesario para mí. — Ah, Alpha… ¡sí! Jadea cada vez más alto, tapo su boca con mi mano y cierro mis ojos buscando mi propia liberación, esta es la mejor forma de liberar el estrés. — Silencio. Ordeno entre dientes, comienzo a sentir que ella se contrae y acelero más mis movimientos, clavo mis manos en sus caderas con fuerza, tanta que si ella no fuera una loba podría lastimarla, aunque eso en realidad, no me importa, la mantengo quieta recibiendo mis embestidas. — ¡Ah! Exclama_corriéndose alrededor de mí, dos embestidas más, hago lo mismo, mi respiración es acelerada, cierro unos segundos mis ojos para luego salir de su interior, arreglarme de nuevo mi ropa y voltear estirando un poco mi cuello. — Vístete y regresa a la manada. Digo en tono seco, regreso a mi lugar al borde el acantilado y logro escuchar cómo se acomoda la ropa, además de sus pasos acercarse, ¿no acabo de darle una orden? — A… Alpha, ¿puedo…? — Te acabo de decir que regreses a la manada, Tania. La interrumpo apretando la mandíbula, volteo a verla, su mirada rápidamente baja al suelo cuando comienzo a emanar mi esencia de Alpha — Sí, Alpha. Responde en voz baja, voltea y camina lentamente alejándose de mí, entrecierro los ojos, por regla general, si la mujer camina despacio mientras se aleja de uno, es porque quiere que la sigan o la detengan y eso… no va a pasar. Aparte de hormonal, no eres caballeroso, genial. ¿Por qué iba a serlo? Solo quería_follar, ya obtuve lo que quería, además, te tardaste en aparecer. No vuelvas a cortar el link_pendejo. Sonrío divertido al escuchar el intento de burla de mi lobo, niego con la cabeza regresando a mi posición, mirar la luna llena. ¿Cuánto tiempo más debo esperar por mi supuesta luna?
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