Al despertar el ya no está, y me asombra, nisiquiera sentí en que momento se fue, me doy una ducha, salgo a tomar el desayuno, entonces veo al cínico ahí sentado, abrazo a mi madre y a mi padre, también a mi querido hermano Simón, el me abraza y me da dos besos, entonces al ver a Adrian noto que se ve molesto, de hecho no se porque, es mi hermano, pero recuerdo que aún no se lo he presentado, no sabe quién es, creo que lo molestaré un poco. Acaricio a mi hermano, y sonreímos, le digo que lo extrañe y lo abrazo como cuando era una niña, veo que Adrián está viéndome con furia, pero yo sonrió, me agrada molestarle, es un creído, se lo merece. - Me da gusto verte así Sam, tan feliz, cariñosa, ya era tiempo que recordarás las riendas de tu vida. Simón me abraza muy fuerte, el siempre ha sid