Los días después de año nuevo fueron hermosos y especiales, caminamos por la ciudad agarrados de la mano como novios llenos de amor, compartíamos besos, abrazos y comidas. Creo que nada podría haber superado ese momento tan mágico, hasta que tuve la oportunidad de hablar con Olivia, o más bien no hablar con ella, esa tarde la llame para vernos y nunca me respondió, y cuando logro responderme la llamada su respuesta fue tan evasiva, que lo lindo que había vivido todos esos días se borró de un brochazo. — Hola Amelie – dice dudosa – perdón por no poder responderte antes… — Tranquila Olivia, ¿estas bien? - pregunto preocupada. — Sí, sí, solo que he estado muy ocupada y si me disculpas hablamos después. — Sí, claro no hay problema. Con la mirada triste miro Johan mientras dejo a un