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Capítulo XII C APÍTULO XIIDe cómo Oliver es mejor cuidado que nunca, con algunos detalles relativos a cierto cuadro El coche traqueteaba siguiendo aproximadamente el mismo camino que Oliver atravesó cuando llegó por primera vez a Londres junto con el Lince, pero al llegar al Angel de Islington cambió de dirección y se detuvo por fin frente una casa pulcra en una calle sombreada cerca de Pentonville. Se preparó al instante una cama en la que el señor Brownlow dispuso al niño de la manera más cómoda y cuidadosa, y allí fue atendido con una amabilidad y solicitud sin límites. Durante días, Oliver fue inconsciente del sinfín de bondades de sus nuevos amigos. Muchas veces salió el sol y se puso, y salió y se puso de nuevo sin que lo viera el niño que permanecía tendido en la cama, agitado, p