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Capítulo VI C APÍTULO VIOliver, provocado por los insultos de Noah, entra en acción y le deja bastante pasmado Era este un buen momento en cuanto a enfermedades se refiere. Por decirlo en términos comerciales, los ataúdes se animaban y, en el transcurso de unas pocas semanas, Oliver había adquirido mucha experiencia. El éxito de la ingeniosa especulación del señor Sowerberry superaba hasta sus expectativas más optimistas. Ni los más ancianos del lugar recordaban otra época en la que el sarampión se hubiera propagado tanto, o que hubiera sido tan fatídico para la vida infantil; y muchos fueron los cortejos fúnebres que el pequeño Oliver encabezó, con una cinta en el sombrero que le llegaba hasta las rodillas, ante la admiración y emoción indescriptibles de todas las madres del pueblo. Com