El otro hijo.

1095 Words
Después de una tormentosa hora, nos detuvimos frente a la mansión de mi esposo. Respiré hondo antes de bajar del vehículo. Pero de sopetón aquel desconocido,me agarró del brazo, sentí que un frío corría por todo mi cuerpo. —¿Que hace? Suélteme por favor— Dije aterrada. —Señorita creo que deberíamos ir al hospital, tiene sangre entre sus piernas y eso no debe estar bien— Respondió sin mostrar preocupación en su rostro. —No se meta en lo que no le importa. Le pido que me espere aquí unos minutos, le prometo que volveré, ¿me esperará?. —¡No lo se! Pero si cuando salga estoy aquí, pues podrá subirse nuevamente en mi auto— Respondió con sarcasmo. Observé aquel desconocido por unos minutos, le dije que ‘me esperara’, así que corrí rápidamente a la casa, abrí la puerta cuidadosamente, no sabía si Williams había regresado. Lo primero que hice fue entrarme a la ducha rápidamente y ponerme algo de ropa adecuada, no podía creer estar allí dentro y pensar en que ya no había nada más. Tomé una pequeña maleta y guardé algunas cosas, me apresuré para salir de la casa, pero al pasar por la puerta del despacho, no pude evitar entrar. Recorrí cada espacio de allí, recordaba que Williams pasaba mucho tiempo sentado en aquel escritorio, desde aquel día que se dio cuenta que estaba embarazada. Una lagrima corrió por mi mejilla, no podía evitar sentir tanto dolor. Tener sentimientos de rencor hacia mi esposo. ¡Oh maldita sea Williams, cuanto te amo!, dije mientras miraba un portarretrato de nuestra boda, aún estaba sobre el escritorio. Mis sueños se habían esfumado completamente desde aquel momento que supe la verdadera cara que tenía mi esposo. Sin esperarlo escuché la voz de Williams, se acercaba al despacho. No podía permitir que me viera, así que me escondí detrás de unas cortinas, pero esa quizás fue la peor decisión de mi vida. Lo que escuché terminó por partirme el alma. —Mi vida pronto estaremos casados, solo tengo que encontrar a Esmeralda, y cuando lo haga ya verás que todo resultará positivo para nosotros— Williams puso su celular en el escritorio y lo puso en alta voz. —Amor necesito tanto que gritemos al mundo nuestro amor, y sobre todo que seremos padre dentro de unos meses— Dijo aquella mujer con alegría en su voz. —Estoy feliz por eso, no sabes cómo ya deseo que llegue el día de ver el rostro de nuestro bebé. —Eres tan tierno, nos elegiste a nosotros por encima de todo, serás mi futuro esposo. —Pronto llegará ese día, pero debemos esperar y ser cuidadosos, ya sabes cómo es la gente y no quiero que tu reputación se vea afectada por mi culpa, solo quiero el bienestar para ti— Dijo románticamente. —Con eso que dices, ahora se que jamás amaste a tu esposa, al menos conseguiste lo que querías, ja— Respondió riendo. —Así es, ahora debo dejarte mi vida, voy a tomar un baño, mañana seguiré buscando a la ilusa de mi esposa. Disfrutaré de esta casa en soledad pero te prometo que pensaré mucho en ti antes de dormir— dijo finalmente Williams antes de colgar. Después de aquella llamada se tomó unos minutos extra para tomar un poco de Whisky. Tomó nuevamente su celular pero esta vez no marcó a aquella mujer, lo hizo a mi celular que afortunadamente estaba apagado por falta de carga. Williams salió del despacho cantando, estaba muy feliz por estar solo en casa, al fin se había quitado aquel peso de sus hombros, o sea, yo su esposa. Después que se cerró la puerta salí de mi escondite, ahora si que estaba aterrada de estar frente a Williams. Había preferido otro bebé antes que el nuestro. Tomé precaución para salir de la casa, sin hacer ruido volví con aquel desconocido que me esperaba un poco más hacia delante de la calle donde vivía, supuse que fue porque vio a Williams entrar. —Gracias por esperarme— Dije tan rápido abrí la puerta. Me sentí avergonzada, no sabía donde esconder mi cara. El auto de aquel desconocido se había ensuciado con un poco de sangre visible. —Perdóname, no fue mi intención, te prometo que lo lavaré— Fueron las palabras que pronuncié antes de tomar asiento. —Eso estaría bien, me debe 50 dólares, así que espero que me los pague—Respondió sonriendo, no parecía tomarse las cosas en serio. —¿Cincuenta dólares?, eso es mucho, ¿Quien rayos paga tanto por lavar un auto?— Pregunté asombrada. —No es solo el lavado, le estoy cobrando el tiempo de espera, déjeme decirle que mi tiempo cuesta, y usted me ha robado mucho de eso. —Esta bien, se los pagaré, pero ahora no tengo dinero, pero le prometo que le pagaré tan pronto consiga trabajo. —¿Pensé que era rica? Salió de aquella enorme casa, que me imagino está llena de lujos. —Ya no es mi casa, lo fue antes pero ahora no lo es. ¿Podría llevarme al centro de la ciudad?— Culminé en responder. Puse mi cabeza sobre el asiento, necesitaba descansar el cuello, estaba muy tensa. Cerré mis ojos por unos minutos, pero no era capaz de conciliar el sueño. En mi mente solo estaba la imagen de Williams captando fotos mías, decía que ‘Iba a poner a su esposa en el fondo de pantalla’ y le había creído ilusamente… Dos lagrimas brotaron por mis mejillas, ¿Había alguna forma de ser flexible ante esto? ¿Cómo saldría de esto?, toda mi vida la había puesta sobre las manos del hombre equivocado. Mi esposo me había sido infiel, mató a nuestro hijo y ahora me persigue para acabar también con mi vida, y de esa forma poder hacer su vida con aquella mujer. Maldigo el día en que creí en sus palabras, en sus besos y en todo lo que salía de su boca.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD