Pocas veces en mi vida he fingido pero ahora debía de hacerlo para salvar mi vida, no podía estar un día más encerrada, Williams no iba a obligarme a firmar aquellos papeles de divorcio, al menos no ahora, necesitaba sentirme lista para hacerlo. Que mi herida no dolería tanto como hacía ahora. Me tiré al piso cerca de la puerta, empecé a gritar y a fingir un dolor insoportable, -Ayúdame, no soporto el dolor- Gritaba con fuerzas. Después de gritar unos minutos, finalmente Williams apareció, abrió la puerta e intentó levantarme del suelo. Aproveché que ya estaba de pies para patearlo entre las piernas, y correr sin mirar atrás. Bajé la escalera tan rápido como la velocidad de la Luz. Al salir el hombre desconocido no estaba fuera de mi casa, así que empecé a correr por la calle con rap