Marian se lleva al pequeño Angelito para el trabajo, es un niño muy juicioso, además de inteligente, llegan y saludan a las secretarías y el chico va en busca de su padre, Marian lo sigue pues hay asuntos por hablar, se ha puesto un enterizo color café claro, cabello suelto liso y maquillaje en tonos tierra. Emiliano está viendo a la ventana y sonríe al sentir que su hijo lo busca y se sienta en sus piernas. Marian sonríe y le encanta ver como sus hijos doblegan al gran Emiliano San Isidro. -Bueno, pues si quieres trabajamos aquí y tú mi vida te pones a leer o jugar pero por favor no nos interrumpas. -Como quieras Marian no tengo problema... -¿Cómo te fue con los demás?. -Muy bien, llame al administrador de Itaqui y me dijo que todo está en orden para que pasemos allí el