Emiliano está sorprendido por el beso aún no sale de su asombro, vaya dos sin tres. Inmediatamente África se tira contra Marian, la jala de los brazos del tercero la suelta de él y Marian sonríe con ironía. África suelta su furia, su mina de oro está cada vez más lejos de ella y no lo puede soportar, su ego femenino le empuja a actuar con posesión sobre un hombre que ella no quiere al que se aferró para no terminar dependiendo económicamente de su tío porque este la abusaba, está herida. -No te acerques a mi hombre -dice con tono posesivo la rubia. -Que yo sepa él usa una alianza matrimonial que lo une a mi -suelta la morena en tono gélido. Emiliano ahora capta porque Marian le beso. -Yo le he dado lo que una niña como usted no, ¿o porque a pesar de diez años de separación él sigue un