Un mes después…
Un mes había pasado desde la ultima vez que había visto a Erick, parecía haberse olvidado de mi, y eso de alguna manera me irritaba.
¿Pero que diablos? Me dije caminando de un lado a otro en mi habitación. Estaba tan enojada, pero sin saber exactamente porqué, o simplemente lo sabía, pero me costaba admitir.
Mis días habían sido aburridas, no obstante, mi vida seguía siendo la misma antes de conocer a este hombre, con la variable de que ahora, “me habían pedido en matrimonio” pero se habían olvidado de mí, por supuesto mi hermana Nina no perdió el tiempo de restregarme en mi cara que “nadie me querrá, que yo era una quedada, una virgen sin valor y gracia” sus palabras eran despreciables, aún así, no demostré delante de ella que me afectaban.
Siempre lloraba al entrar e
