Después de salir del hospital con Alejandro, ambos se dirigieron al auto de Shelsy en silencio. Alejandro la ayudó a montarse para luego subir él. Valerie susurró un agradecimiento para luego girar la cabeza en otra dirección. Está observó a través de la ventana del auto, todavía turbada por la noticia, ignorando la existencia de las dos personas que se habían encargado de todos sus gastos. Mientras tanto, Shelsy y Alejandro intercambiaron miradas pero se abstuvieron de comentar algo. Luego de un rato Valerie le indicó la dirección de su apartamento a Shelsy y volvió a ensimismarse. Cuando llegaron al lugar, está vez fue Shelsy la que se encargó de llevar a Valerie hasta su apartamento, luego de notar la rigidez e incomodidad con la que se removía Alejandro en su asiento. Sabía que