Valerie se limpió el rastro que la lágrima había dejado, con fuerza. Sintiéndose cansada de llorar. Echándole la culpa al embarazo por volverla tan sensible.
—Pensé que nunca más te volvería a ver después de esa noche en el bar. —dijo Alejandro con su voz sería después de lo que pareció una eternidad para Valerie—. Cuando te vi en la oficina, fue como si el destino me hubiera dado una segunda oportunidad, pero no supe manejarlo bien.
—Yo tampoco pensé que volvería a verte, Alejandro. Y no te imaginas el miedo que sentí cuando la realidad me golpeó de frente.—dijo Valerie, su voz quebrándose un poco.—¿Quieres saber por qué?
Alejandro observó a la chica la cual su expresión se había desfigurado completamente. Podía notar una mezcla de enojo, reproche y miedo. Sin embargo, no entendía l
