Punto de vista Isabela ¡Es hermosa! Sí, no puedo mentir ante una realidad que es más que evidente, es una mujer preciosa, no sé porque mi pecho está rebozando a causa de los infinitos celos que siento, mi presión arterial está alta, ¡Lo sé! Para completar mis males, Dorian no deja de hablar como una chicharra. Su voz se estaba convirtiendo en un horrible ruido. —Isabela, preciosa, como te decía, las acciones de mi compañía van en incremento, si las cosas siguen así, posiblemente el próximo año pueda ganarme el premio a la mejor compañía agricultura, el mismo que has ganado tú este año. —¿Qué? —Dije sin darle importancia Dorian frunció el ceño y me soltó la mano. —¿Me estás prestando atención? Te noto algo distraída —El hombre me acarició la mejilla —¿Te sientes bien? ¿Tienes algún