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MATT
El Perro Ladrador estaba repleto, justo como lo estaba cada viernes por la noche. Era el mejor bar en Bridgewater, y los locales se juntaban alrededor de los taburetes en la parte trasera o en las mesas de la piscina detrás de mí en el área del bar. Música country animaba el lugar desde un tocadiscos antiguo en la esquina. A pesar de la m******d, solo había una persona que capturaba mi interés.
Ethan jodidamente me llamó la atención.
—Hombre, tienes que dejar de mirar fijamente. Si ella te ve, estaremos peor de lo que ya estamos.
Me volteé para fulminarlo con la mirada. Sí, era mi amigo y mi compañero de negocios, pero eso no me prevenía de sacarle el dedo. Tomé un sorbo de mi cerveza.
La mujer en cuestión había sido un tópico sensible desde el rodeo. Ese m*****o desastre de r
