Su cuerpo tiembla en un fuerte escalofrió, el mismo que es excitante para ella, la sensación de calidez en su pecho se expande, tanto, que pareciera que puede hacer cualquier cosa, nunca había sentido nada como esto, incluso, en su vientre bajo siente cosquillas, aquellas famosas “mariposas en el estómago” que dicen sentir las personas cuando están enamoradas. Pero, Lisa no está enamorada, ¿De Benjamín? Por supuesto que no, ¿Verdad?, no le da vueltas al asunto y se concentra en degustar aquel beso, el cual Benjamín ha tomado control, no le sorprende, para alguien que ha estado siempre acostumbrado a liderar, ella se deja hacer. Y en su mente, solo hay una cosa que hacer. “Borra cada pequeño rastro de esa otra mujer, hazle saber a cualquiera, que nadie puede acercarse a él.” Es lo que p