— ¿Tengo otra opción? —Preguntó con la mínima esperanza. Pase a que ya sabía la respuesta a esto. -
—No. —Respondió Benjamín de inmediato, haciendo que aquella esperanza se fuera. —Entonces, ¿te parezco tan guapo que quieres tener una cita conmigo? Tengo que admitirlo, tienes muy buen gusto. — Una gran sonrisa estaba en su rostro ahora mismo. Nuevamente la vergüenza la invadió.
—Yo no dije eso. —Dijo soltándose de su agarre, para así llevar su mano a su rostro. Él reía, aun así. —No creo que me acepten cuando ni siquiera soy de su misma especie. Ellos esperan algo como ellos, no a una humana. —Lisa estaba tratando de razonar, para ese momento Benjamín tomo nuevamente su mano, la acercó a sus labios dejando un beso en el dorso de la misma mano que tomó. Un leve escalofrió recorrió todo su cuerpo, sus ojos azules se encontraron con los suyos. La sensación de calma reemplazo el pánico que empezaba a sentir la chica.
—No debes preocuparte por ellos, sabrán entender que quien te puso en mi camino fue nuestra madre. —Trato de calmarle. Pero en realidad no mejoro nada, se preguntó si aquella madre que tenían no hubiera echo tal cosa aun así quisiera tenerla a su lado. No le gustaba para nada que él, tenga que estar con ella porque se lo estaba imponiendo, quizás Benjamín ya tenía a alguien y tuvo que dejarle por ir a buscarla.
Repito, quería que fuera él quien realmente la escogiera porque eso es lo que quiere. No porque una caprichosa se lo estaba imponiendo.
—Todo estará bien Lisa, calma. Yo estaré contigo en todo momento. —Quiso creer que así seria. No respondió y solo atino ha asentir con la cabeza. -
—Bien, si quieren ver a una luna, démosle lo que quieren. —Steven y Benjamín asintieron con la cabeza. Seria positiva en todo esto, más a la mínima que algo se saliera de control, no sabría controlar su bocotá. Lo que no podría disimular son los nervios que le están comiendo viva.
Las horas parecían correr más rápido que de costumbre, era curioso. Hace menos de un día Lisa estaba encerrada en la que le dieron como habitación propia. Cuando quería conocer a la persona que la tenía en este extraño lugar, las horas parecían irse muy lentamente. Pero ahora que no quería ni siquiera moverse, las horas se iban con tan solo un parpadeo.
Steven trato de calmarla diciéndole que solo era un simple baile, que no tendría que hablar si así no lo quería. Solo debían saber que Benjamín estaba con su luna. Pero algo le decía que no sería tan sencillo como se escuchaba.
Dejando que el aire contenido en sus pulmones saliera, tenía que probarse vestidos por la ocasión. Parecía algún tipo de realeza, quien le vestía era una señora quien cuyo cabello fue tomado por el paso de los años hasta dejarlo canoso, sus manos tenían un ligero temblor. Pero cuando miraba a sus ojos había pasión por lo que hacía. Aparentemente era una beta como Steven. Siendo sincera parecían personas normales. Pero con la diferencia que tenían un sentido del olfato bastante agudo. Creyó que tendría que pedirle a Steven que me diera una clase intensa de todo lo que tenía "su mundo".
—Es el quinto vestido, y pareciera que no estas conforme con ninguno. Solo es un baile. — Se quejó saliendo del probador, El rubio por su parte giro los ojos.
—No es un baile cualquiera. Serás presentada como la Luna de un líder. Debes mostrar poder ya que esto es similar a la jerarquía real. —Ahora quien había girado los ojos era ella. No tenía en mente ser una princesa ni mucho menos.
—Claro, pero olvidamos el detalle de que seguramente esperan que sea como ellos. Desde que estoy aquí solo me llamaron por nombres extraños. —Steven asintió con la cabeza. Era seguro que más de uno quedaría impresionado al saber que la pareja de Benjamín no era perteneciente a su mundo.
—Bueno, ellos no encontraran en ti más que el aroma de Benjamín. Yo no me preocuparía demasiado. —soltó un estruendoso resoplido, nunca imagino que tendría que presentarse ante una multitud como si fuera una estrella o algo parecido.
—Si tú lo dices, te creeré. — Con estas palabras Lisa trato de mantenerse calmada, nuevamente fue enviada al probador para un último vestido, era hermoso a los ojos de quien lo vea, un delicado vestido en corte de sirena, este acentuaba el cuerpo con curvas de Lisa, en cuanto a la apariencia del vestido este era de un color azul intenso y brillante, era de hombros caídos por lo que mostraría algo de piel, pero solo lo suficiente para no parecer vulgar. Le gusta como se ve, recoge su cabello pensando en cómo luciría mejor este, quizás en un moño elegante o una trenza cola de sirena. — ¿Qué dices de este?
Steven mira con interés a Lisa, sabe que este finalmente es el vestido indicado para la chica, lo sabe por como empieza a pensar en cómo combinar el atuendo de su alfa para que luzcan como una pareja de ensueño. Sabe que ha hecho bien en traer a la mejor modista que conoce. Sonríe en dirección a la cual sería la nueva luna de su líder, esta sonríe en emoción ya la tenía harta el estar probándose vestidos sin recibir una afirmación realmente.
—Ahora solo queda agregar unos zapatos, y arreglarte un poco. Y estarás lista. — Esto llena de inquietud a la chica, no sabe cómo reaccionaran, quizás todas estas personas esperaban que la pareja de su líder fuera alguna de su especie, quizás la rechazarían o incluso la expulsarían.
—Steven, ¿Cómo es que hasta ahora Benjamín ha encontrado su pareja, es decir a mí? ¿No había alguien más? — La curiosidad es algo que invade el cuerpo de Lisa, si hay tantos lobos queriendo ser pareja de Benjamín o si quizás este ya tenía alguna y su madre luna la ha puesto a ella en su camino, no quiere imaginar el dolor que pudiera tener esta persona.
—Verás, Es una historia realmente larga, pero has demostrado ser muy buena entendiendo lo que se te dice, entonces supongo que no eres tan inferior a nosotros. Aún tenemos algo de tiempo, será mejor que prestes mucha atención. — Steven mira la hora, dentro de dos horas debían partir para la ceremonia.
—Tienes toda mi atención. — Aquello le causaba intriga, de verdad quería llegar a entender por qué fue puesta en el camino de Benjamín.