REENCUENTRO
VALERIA
Hoy tocó visitar al ginecólogo, dijo que todo va bien con nuestro bebé, aunque no pudimos conocer el sexo porque no se dejó ver, es un encanto y Alan y yo salimos del consultorio muy emocionados, incluso iremos más tarde a comprar las cosas del bebé para empezar a decorar su habitación.
En el centro comercial nos encontramos con Sandy y Renata, Alan me contó que el padre de la niña está muy cerca de ella y al parecer se reconciliaron, él no está contento con la decisión de su hermana, pero la respeta y siempre estará para ella, amo que sea así de lindo.
— ¡Renata! Mi amor
— Hola, tía Valeria, — me saluda y luego saluda a Alan
— Tío Alan, te he echado de menos, ya casi no te veo
— Lo sé, preciosa, pero es que he estado muy ocupado
— Con tu trabajo y consintiendo a mi tía favorita, mi mamá ya me explicó
— Así es, pero cuando quieras podemos ir al cine o a comer un helado
— ¡Sí, sí! ¿Vendrás con nosotros, tía? — me pregunta
— Pues, — lo dudo un momento — si tú me invitas, por supuesto — no debí decir eso, pero ya no hay marcha atrás
— Entonces es un trato hecho y no hay marcha atrás, ¿Eh? Además, al bebé le hará bien convivir con su prima favorita
— Estoy segura que aprenderá muchas cosas buenas de ti — comento
— ¿Pero qué hacen por aquí? ¿Vienen de compras como nosotros? — pregunta Renata
— Sí, queremos comprar cosas para el bebé
— Nosotros vinimos a comprar ropa y zapatos, y tal vez algunos juguetes, mi papá dijo que escogiéramos lo que quisiéramos
— ¿Tu papá está aquí? — pregunta Alan
— Sí, Esteban nos invitó a comer hoy — explica Sandy — y nos trajo de compras
— Mi cuñado está haciendo méritos, me alegra mucho por ustedes
— ¡Alan, cuñado!
Ese es ¿Esteban, mi ex?
— Hola, Esteban, qué gusto saludarte — dice Alan disimulando que no le agrada
— El gusto es mío
— Te presento a mi esposa, Valeria
— Tu ¿Esposa? ¿Valeria?
— Hola, Esteban, qué gusto verte — empieza a dolerme un poco la cabeza, pero no quiero arruinar el momento
— Estás preciosa, Vale, nunca pensé que Alan fuera tu marido, hacen una hermosa pareja
— ¿Ustedes se conocen? — pregunta Sandy
— Cariño, espero no les moleste saber que Valeria y yo fuimos novios en la preparatoria
— ¿En serio? — cuestiona Renata
— Éramos muy jóvenes, pero me da mucho gusto saber que formaste una familia tan linda — expreso
— Tantas veces visitando a Sandy y nunca caí en cuenta que su vecina de enfrente era la esposa de mi cuñado, qué pequeño es el mundo — expresa Esteban
— Sí, y bueno, cuando hablaban de Esteban, el papá de Renata, nunca pensé que se tratara de ti
— Bueno, nosotros nos tenemos que ir, tenemos mucho que comprar — dice Alan
— Nosotros igual, hay muchas cosas para bebé muy bonitas por ese pasillo — señala Sandy
— Nos vemos luego.
ESTEBAN
Así que todo esté tiempo he estado más cerca de Valeria que nunca, tengo muy bonitos recuerdos de ella, mi primer amor, aunque me dolió mucho que rompiera nuestra relación sólo por darle gusto a sus padres y a Eduardo, el fastidioso de su hermano, hoy sé que fue para bien, pues ambos tenemos una familia. Vivimos tantas cosas tan lindas, Valeria, ¿Cómo olvidarte? Aunque sé que, quizá, tú no tengas tan buenos recuerdos sobre mí, pues en ese tiempo yo comenzaba a ser el patán que he sido ahora con mi Sandy, tendré que pedirte perdón a ti y a Eduardo por todo el daño que te causé, para impresionar a mi esposa, claro, eres tan linda que en tu mirada me percaté que tus palabras fueron sinceras al decir que estabas feliz por mí, por haber formado una familia con una buena persona, siempre amé eso de ti, lamento no haber sido el hombre perfecto para ti, pero de los errores se aprende y hoy tengo la oportunidad de volver a ser feliz.
DOCTOR JIMÉNEZ
Estoy seguro que, aunque en este momento se nos han terminado las opciones y estamos carentes de ideas, pronto lograremos algo importante, lo sé, me lo dice la voz de la experiencia, sólo debo seguir constante con mis sesiones con Valeria, no me rendiré así tan fácil, sé que hay algo que aún no descubrimos en ella y encontraré la manera de ayudarla.
ESTEBAN
Éstos días que Sandy me ha permitido convivir más con ella, como novios que se están conociendo, me he dando cuenta que Manuel y Alan algo se traen, pues salen por la tarde diciendo que van al antro, de sobra sé que no es así, pues los he seguido, está implicado también Eduardo y Valeria, me pregunto qué será lo que hacen en esa casa, quizá Sandy pueda decírmelo.
— Cariño, ¿No te has preguntado a dónde van todos durante las tardes? No es todos los días, me queda claro, pero al menos una vez a la semana, ¿Será que se reúnen sin nosotros? — cuestionó.
— No, cariño, no se reúnen sin nosotros, no te preocupes — responde
— No mientas, siempre he sabido que no le caigo bien a tu hermano ni a Manuel, pero al menos, deberían invitarte a ti que eres su hermana, yo puedo quedarme al cuidado de Renata
— No es nada de eso
— De verdad, no tienes que ocultarlo para evitar que me sienta mal por ello, soy un hombre maduro
— En serio, es por otra cosa
— Lamento mucho no haberme ganado el cariño de tu hermano en todo esté tiempo y lo entiendo, te traté muy mal, probablemente, yo haría lo mismo si tuviera una hermana.
— No tienes porqué sentirte mal, ellos no se reúnen por festejar algo, lo hacen por trabajo
— ¿De verdad? No sabía que todos eran socios del antro
— Oh, no, no es eso.
Ya casi cae...