Capítulo 46.

1119 Words
CELOS SANDY Ya se me hizo tarde para comer con Esteban y Renata, espero no se moleste, aún me pongo nerviosa cuando algo no sale como él quiere, pues eso daba pie a sus maltratos y me muero de miedo. — Hola, mi amor, digo Sandy, pensé que ya no vendrías — expresa Esteban muy tranquilo — Perdón, tuve un contratiempo — explico — No pasa nada, Renata y yo ya pedimos, deja hago que te traigan la carta — Muchas gracias, muero de hambre — ¿Cómo te fue en tus clases, mami? — cuestiona Renata — Muy bien, mi cielo, ya pronto empezaré mis exámenes — ¿Tan rápido? Entonces tendrás que estudiar mucho para alcanzarme en calificaciones — Claro que sí, aunque tú eres muy inteligente — Tú también lo eres, — dice Esteban — sólo debes confiar más en ti misma. Me sorprende escucharlo hablar así, pero le agradezco que lo haga. — Papi, mientras traen la comida, ¿Puedo ir a los juegos? — Claro, mi amor Esteban y yo nos quedamos a solas, ya decía yo que era pura apariencia frente a la niña, de seguro me va a reclamar por llegar tarde. — Estás preciosa, Sandy, bien dicen que uno debe perder lo que tiene para valorarlo — Esteban, te siento diferente — Realmente me alegra escuchar eso, menta costado mucho, ¿Sabes? Mi psicólogo dice que voy por buen camino — ¿De verdad estás yendo con un psicólogo? — Sí, cuando te fuiste comprendí muchas cosas, tus papás me ayudaron mucho, de hecho, gran parte del proceso se los debo a ellos. — Eso sí que no me lo esperaba — Lo sé y es mi culpa, pero está bien, de hecho, té invité a comer para dejarte claro que sólo quiero lo mejor para ti, te amo tanto que deseo verte feliz sin importar si es sin mí. — Esteban, me siento muy halagada con tus palabras, no sé qué decirte — Nada, sólo disfrutemos de nuestra hija, seamos amigos, ella siempre nos necesitará, así que es lo más conveniente. — Tienes razón, amigos, entonces. ESTEBAN Sandy sí que es linda, ¿Cómo pude haber sido tan patán con ella? No puedo permitirme perderla, haré todo lo que esté en mis manos para recuperarla, es una promesa. MANUEL Otro día de trabajo como siempre, mis ánimos siguen por el piso y hasta me doy el lujo de pisotearlos aún más entre el alcohol y las mujeres. Adquirí un nuevo departamento para no incomodar a Sandy con mis aventuras, pero creo que ya me estoy sobrepasando, pues he amanecido con desconocidas, mujeres bellas que ni siquiera recuerdo su nombre, ésto está mal, lo sé y tengo que poner los pies sobre la tierra o voy a terminar en un hoyo aún más profundo. — Cariño, buenos días — me saluda una rubia que ya dormido en mi cama — Buenas tardes, mejor dicho — ¿Ya te vas? — Perdóname, tengo que ir a trabajar — Pero el antro es más noche — Sí, pero debo hacer unos pendientes — en realidad no tengo nada que hacer, sólo es un pretexto para irme. — Bien, ¿Te veré luego? — Supongo que sí, en el antro. Salgo rápido para evitar más preguntas y llego a casa con Sandy rogando por sus consejos, pero ella no ha llegado, me daré un baño y trataré de reorganizar mi vida, la tristeza tiene que quedar atrás, a mis padres y a mi abuelo no les gustaría verme así. FABI Eduardo y yo hemos estado platicando sobre nuestra boda, acordamos que luego del nacimiento del bebé de Valeria, así que estoy tratando de preparar todo, el tiempo pasa muy rápido y cada vez falta menos. He visto algunas veces a Manuel, sé que constantemente ha estado bajos los efectos del alcohol y me preocupa, no quiero que su vida esté sumida en los vicios, ¿Y si lo visito? Quizá pueda pedirle perdón por lastimarlo y comprobar si aún siento algo por él, sí, eso haré, pero debo conseguir la dirección de su departamento porque no se ha visto por aquí, me dirijo a ver a Sandy para pedirle el favor. Toco el timbre y espero. — ¡Hola, Sandy! ¿Podrías darme la dirección de… — No es ella, es Manuel quien me abre, está tan guapo como cuando lo ví la primera vez, ¡Qué chulo! — Hola, Manuel — Hola, Fabi, Sandy no ha llegado — Está bien, luego vengo a buscarla — me retiro — Estás preciosa como siempre — lo escucho murmurar y me regreso — ¡Espera! Tengo algo que decirte, por favor, escúchame. — Dime — Quiero pedirte perdón por haberte lastimado — No te preocupes, ya estoy mejor — Me alegra mucho, la verdad estaba muy preocupada por tí por eso quería que Sandy me diera tu dirección — Te agradezco, pero ya no es necesario, el alcohol ya pasó a la historia — Eso es muy bueno, el alcohol luego nos hace… Un mujer muy atractiva llega y saluda de beso a Manuel, ¿Qué le pasa a esta zorra? Me la voy a desgreñar en este mom… No, no puedo hacer eso, él ya no es nada mío. — Fue un gusto saludarte, Manuel, hasta luego — me voy tan rápido como puedo llena de celos y coraje. MANUEL Creo que a Sandy no le gustó ver a mi conquista, pero ni modo, ella ya tiene prometido y yo salgo sobrando en su vida, debo pensar en mí… — ¿Y qué te trae por aquí, sabrosura? — cuestionó a mi visita — Tú, me dejas picada y luego te olvidas de mí, qué malo eres — Un poquito, la verdad, perdóname, he estado muy ocupado — Lo sé, con otras mujeres — ¿Celosita? — Un poquito, pero entiendo que sólo fue algo pasajero — Me agradas, ¿Sabes? Y mucho — Entonces, ¿Te alegra que viniera? — Sí, la verdad es que nunca nadie me visita — No entiendo, si eres un hombre maravilloso — Ambos sabemos que soy un mujeriego de lo peor — Porque no has encontrado a la indicada, pero si me dejas… — Olvídalo, yo ya estoy curado de espantos — ¿Y quién era ella, eh? — ¿Fabi? Es la vecina de enfrente, amiga de Sandy — Pensé que era algo tuyo — Para nada… Aunque ahora que lo pienso bien, si Fabi se sintió incómoda puede ser que aún me quiera y no se ha dado cuenta, creo que presionaré un poco hasta estar seguro de que realmente ama a Eduardo tanto como dice.
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