CAPÍTULO QUINCE Thorgrin atravesó la multitud jubilosa en la centro de la Corte del Rey, serpenteando a través de los festejos, miles de soldados celebrando en una gran multitud. La ciudad quedó en ruinas, pero no se notaba por los ánimos elevados de estos celebrantes. A Thor se le alegraba el corazón al ver viva otra vez la Corte del Rey, con el espíritu de sus compatriotas, todos celebrando, todos felices de estar vivos, de ser liberados del Imperio. Habiendo dejado a Gwendolyn, la mente de Thor estaba llena de pensamientos hacia ella. Él estaba muy impresionado por cómo ella había tomado el papel de reina, manejando todo perfectamente. También había quedado impresionado por su fuerza, su coraje, su intrepidez y su sabiduría. Se necesitaba mucho valor para lidiar con Gareth —y todos lo