Caminando por las calles pensando en cómo iba a seguir, después de la manera tan vil como su madre decidió hundirla, Aline buscó teléfono en la calle para llamar a un número que llevaba años teniendo grabado en su cabeza. Tal vez la única persona que podía ayudarla y que realmente la quería, Igor. -El número al que llama no existe. -respondió la operadora y Aline golpeó el teléfono contra el cristal de la cabina. Igor la adoraba y exactamente por eso la salió de su vida sin la posibilidad de volver a encontrarla, levantando un abismo entre ellos. Porque para él Aline merecía ser feliz y olvidar todo lo malo que pasó, aunque eso también lo incluía a él que había sido contratado para hacerla más deseable a los ojos de los hombres. Estaba sola, por primera vez, Aline estaba realmente so