-Eso es imposible, yo no autoricé absolutamente nada y ni loca lo hubiese hecho. ¡Por amor de Dios eso es absurdo! -habló Aline con vehemencia, luego respiró profundamente antes de preguntar algo de lo que ya imaginaba la respuesta. -¿Quién lo hizo…quién hizo esa transferencia! La chica tecleó con nerviosismo, pues Aline estaba tan alterada que tenía a todos expectantes y alarmados en el banco. -El nombre que me aparece en la transición es el de la señora Francesca Albuquerque Figueira. -reveló la mujer y Aline cerró los ojos y los puños para no gritar. Su madre le había dado otro golpe. Entonces se levantó de la silla donde estaba sentada dejando la chica con la palabra en la boca. -¡Señorita, señorita!...¿Señorita a dónde está yendo? Aline entró en la sala del director que estaba a