Aline se plantó sola en la entrada de la primera planta del lugar, tal y como su madre lo había exigido, cargando dos bolsas llenas de dinero y rodeada de algunas más. Sin hacer ningún movimiento brusco miró de reojo a Will, quien estaba escondido tras una de las vigas, para que nadie pudiera verlo, y sin apartar la mirada de la madre de su hija. Estaba armado y decidido a todo por ellas. Mads le había indicado a Aline que su madre no debería llegar a tocar aquellas bolsas, pues el dinero es poder y eso podría servirle para escapar, algo que ni William ni él pensaban permitir. Aline entró en el lugar lanzando las bolsas en un rincón oscuro, siguiendo las instrucciones de su madre. Acto seguido, se preparó para salir del lugar, pero alguien le impidió hacerlo. -Me gustaría decirte que te