-En la Universidad conocí a un príncipe, el heredero de una gran fortuna en Arabia Saudí. -comenzó a contar y él la escuchaba atentamente. -Era el hombre perfecto y me hacía sentir bien, como su princesa. Me llevó a conocer un mundo que estaba prohibido para personas que no habían nacido en una cuna de oro. Un cuento de hadas, hasta que él me dejó plantada el día de nuestra boda. Sentí que me habían bajado del cielo, que no volvería a conocer a alguien como él y…no volvería a sentirme segura. Entonces una noche en la que tuve un fuerte ataque de ansiedad, el médico de la Universidad vino a atenderme. Me dio fuertes calmantes para que durmiera, y llamó a mi madre. -Aline tomó aire antes de continuar. -Ese príncipe no solamente abrió las puertas de su mundo para mí, también me expuso a todo
