Cinco años después. -Llegamos tarde, William. Será mejor que nos vayamos ya, el niño estará bien con mi madre. -avisó Lucille desde la puerta de la habitación, una que William estaba cansado de ver, pues era el lugar donde sentía que le había fallado a la persona que más le importaba en el mundo…su hijo. -No me gusta dejarlo solo en el hospital.-contestó Will sujetando la mano del niño de cabellos rubios que tenía la mirada puesta en el nuevo peluche que le había regalado su padre. -¿Y qué quieres que haga? -inquirió Lucille exasperada. -No es mi culpa que el niño esté enfermo. No nació así porque por mí… -¡Lucille delante del niño no, por favor! -pidió su madre viendo la mirada triste del pequeño, que siempre era el más afectado con las peleas constantes de sus padres. William b