El camino a casa del señor MClean es en silencio, un incómodo silencio y la verdad no logro entender el por qué. No hemos peleado, imposible pelear si no se habla, la molesta voz de mi cabeza me replica. Patrick paso a buscarme por el consultorio de Harry, aunque yo no se lo pedí, y con suerte me saludo, un vago beso en los labios que llego a ser un roce, luego de eso se mantuvo ausente, fuimos a mí casa donde me bañe y me prepare para la cena de esta noche. La verdad es que no sabía bien que ponerme, asique opte con un jean tiro alto n***o, una blusa suelta floreada, busque un saquito liviano en caso que refresque y unas sandalias chatitas doradas. Cambie mis pertenencias de un bolso a otro, asegurándome de colocar el celular y la picana tal como me dijo Prescott. Salí a mi encuentro