Jessica caminó hasta ir al despacho, necesitaba dejar en claro su postura ante Ricardo. Abrió aquellas puertas sin la necesidad de pedir permiso y terminó por entrar. Sabía muy bien que ahí estaba Ricardo y que la espera. Él mantenía su mirada en unos documentos y al sentir la presencia de Jessica, decidió mirarla. - Estás son mis condiciones. – dijo Jessica y dejó ver un documento que lo colocó sobre el escritorio. – firma. – agregó. Sus ojos estaban clavados con los de él que el ambiente se volvió pesado. Ricardo dejó ver una mediana sonrisa. Algo sarcástica, de temer y burlona. Observó aquel documento por unos segundos, llevó sus manos a los bolsillos y sacó una cajetilla de cigarrillos para después tomar uno para él. - ¿Dónde piensas ir los fines de semana? – preguntó y prend