Adriana se siente bastante abatida, no sabe como decirle a Leonardo que no tendrán un niño como creían, sino por el contrario será una niña, quiere decirle, pero al final no puede, no le salen las palabras, en ese momento llega Olga, de metiche como siempre, y dice: —Ya, no le des más vueltas al asunto, ya le dije antes de venir para acá, que tendrás una niña, no un varón como se pensaba inicialmente—. Adriana se siente aún peor, no entiende por qué su madre se ha tomado esa atribución, ¿Quién le ha dado el derecho? Leonardo interrumpe a Olga y dice: —Cariño, no tienes porqué sentirte mal, tener una niña será muy hermoso, no importa el sexo que sea, lo importante es que venga sana, llega de vida, y que podamos hacerla muy feliz—. En mucho tiempo, Adriana no había sentido tan cercano o