Antes muerta que rendida

Adriana y Leonardo conversan.

Olga es el tipo de personas que no les gusta que le digan cosas que no le agradan, en este caso ella toma a ofensa lo que le acaba de decir Leonardo, y decide cortarle el teléfono y dejándolo hablando solo, dentro de ella, siente unos deseos inmensos de que Adriana lo deja, ella siente que su hija puede criar a ese bebe sola, no apuesta por la familia, es natural que sienta cierta molestia, y le duela, lo que le pasa a Adriana, desde hace mucho tiempo, su prioridad ha sido que su única hija sea feliz, además recordemos todo que Olga crio sola a Adriana, quizás para ella, el ser una madre soltera no tiene nada de malo, y en realidad, sí, Adriana perfectamente puede sacar a ese pequeño sola adelante, pero, Adriana opta por la familia, además que ama incondicionalmente a Leonardo, si han luchado tanto para estar juntos, ¿Por qué dejar todo? cuando por fin puede ser felices, como la familia, qué quizás ninguno de los dos ha tenido en realidad.

Por qué sí, Adriana creció bajo el cuidado de su madre, pero no olvidemos que ella resolvía todo a chancletazos, sin considerar, las necesidades emocionales que podía estar ella necesitando, lo que imperaba era la rigidez, la autoridad y la obediencia, por encima del cariño y entendimiento.

En el caso de Leonardo, su familia siempre se centro en lo material, imperaba la empresa y el dinero. Lo que Adriana, quiere y siempre ha querido es ella cortar ese ciclo, y formar una familia cargada de amor y compresión, bueno no desde siempre, desde el momento que dejo de ser Niní. Leonardo respira profundo, sea como sea, estaba ilusionado con tener un varón, pero bueno, las niñas son lindas, no le molesta la idea de tener una princesa.

En relación a lo pedido por Olga, no está seguro, si decirle o no a Adriana, respecto a lo que le dijo su mamá, él no quiere ocasionarle alguna molestia o preocupación, así que mejor, opta por quedarse callado. Toma el automóvil y se dirige a la casa de la mamá de Adriana. Al llegar toca la puerta y afortunadamente lo recibe Rubén, lo saludo de forma habitual y le pregunta:

—Hola Leo ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en el trabajo? —.

Leonardo piensa, bueno por lo menos él me recibió bien, él le responde amablemente, y le comenta que le fue muy bien, que estaba muy ansioso por saber cómo le había ido a Adri, Rubén le dice, que Olga se encuentra dormida y Adriana ya se despertó, está en la sala viendo tv, Leonardo pide permiso, se acerca a ella, quién tiene cara de afligida.

— ¿Qué te pasa querida? No me gusta esa cara de tristeza, me hace pensar que algo no está bien—.

Adriana se desploma y se suelta a llorar, por ahí se escucha a Rubén diciendo: —Es parte del embarazado, las hormonas haciendo de las suyas—.