Antes muerta que rendida

Una nueva sociedad

Leonardo le dice a Lucia que terminé de dejar todo listo. Mientras él se dirige con la señora Oriana a la sala de juntas. Oriana al escuchar esto se siente muy incómoda y le dice a Leonardo, que por favor no la trate de señora, que eso la hace sentir muy mayor, y que ella apenas se encuentra en la Flor de su juventud. A Leonardo todo esto le causa mucha gracia, y le dice que lo disculpe, que no lo hace con ninguna mala intención, pero que lo hace por respeto. Ella sonríe de forma insinuante, y lo toma del brazo, a manera de sentirse escoltada por él para dirigirse a la sala de reuniones. Al entrar el acompañante de Oriana, quien se ve muy ocupado en su celular, se sorprende al ver el cambio de actitud de ella, y conociéndola tal como la conoce, sabe muy bien que tiene sus ojos puestos en un nuevo galán, pero ese no es asunto de él, lo único importante es el tema de los negocios. Por esa razón saluda a Leonardo fraternalmente e ignora la situación. Eso sí, bromea con el asunto: _

—Yo qué pensaba que estaba muy molesta Orianis—. Responde ella bastante molesta: —Oriana, tu sabes muy bien como es mi nombre, así como me dices suena a cabaret—. Leonardo les pregunta si se han sentido bien, y los han atendido gratamente, ellos responden que sí, pero que evidentemente no les gusta esperar, pero entienden la situación y bueno la idea es llegar a algo. Leonardo está plenamente de acuerdo con eso. Les pide se sienten, y llama a Lucia, quien casualmente viene llegando a preparar el proyector y que Leonardo comience con la explicación del proyecto