Antes muerta que rendida

Se firma un contrato.

Lucia siente un poco de molestia por Oriana, ya desde el primer momento, inicialmente, pues, la forma tan despectiva de dirigirse a ella no le ha gustado para nada, además, ese cambio al ver a su jefe, Lucia ha visto como muchas mujeres intentan seducir a Leonardo, pero esta mujer no es como cualquiera de ellas, esta si se ve de armas tomar, razón por la cual se preocupa, piensa en su amiga Adriana, pero por otro lado, sabe muy bien lo que Leonardo la quiere, jamás se ha prestado a ninguna insinuación de alguna mujer. ¿Por qué tendría que ser distinto está vez?

Lucia, le dice a Leonado: —Todo listo Señor Leonardo, puede comenzar cuando quiera, cualquier cosa que necesiten estoy al pendiente—. Prosigue a retirarse, y Leonado le pide, que por ser su asistente lo acompañe, ella agradece el gesto y se sienta en una de las sillas, a Oriana parase incomodarle un poco la situación, no la ve de clase, para estar sentada ahí, al lado de ellos, pero debe contener la molestia, de igual forma su objetivo es Leonardo.

El socio de ella, por otra parte, mira las piernas de Lucía, él es mujeriego, y a Lucia le incomoda la actitud del señor en cuestión, pero ha aprendido a lidiar con este tipo de situaciones. Leonardo realiza su presentación de forma impecable, Oriana dice en voz baja: —Además de estas exquisito, inteligente, ¿Qué más se puede pedir? —.

Lucia piensa, ¡Esta si es bien descarada!

Al final, todo resulta a pedir de boca. Oriana dice:

—Para mí todo está muy claro, y por supuesto que apuesto a tu proyecto, será todo un placer—. Leonardo muy contento, pide a los meseros traigan el Champagne, para brindar que se ha logrado el objetivo, pero primero lo primero, la firma del contrato.